Capítulo 31

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Habían pasado unos cuantos días desde la conquista, los cuales gastamos para volver a Darkour. Pero volvimos victoriosos, eso es lo importante.

Nada más llegar me pasé el día durmiendo, debo recalcar que llegamos a la tarde, casi a las ocho. Pero algo interrumpió mi sueño y no sé quien podría llamarme a estas horas. Pero no me sorprendí al ver quien fue.

-¿Qué pasa a estas horas, Loki?

-Toma –dijo tirándome pan y cerrando la puerta tras de sí-.

-¿Lo has vuelto a robar?

-No puedo evitarlo, me encanta el pan.

-No hace falta que me lo jures.

La verdad es que me sorprende que le guste tanto algo así, pero al igual que él no se mete en mi mundo yo no me meteré en el suyo.

-Y, además, no sé si eso se podría considerar robar. Ya te lo dije hace tiempo.

-Cierto –dije sentándome en la cama mientras él hacía lo mismo en una silla cercana-.

-¿Qué se siente al ser el rey de un gran imperio?

-Pues... una gran presión, eso tengo que admitirlo, pero también grandeza.

-¿"Grandeza" es un sentimiento?

-Soy el rey y los sentimientos serán lo que yo diga que sean –dije en tono burlón, a lo que Loki me siguió la gracia-.

Después de aquello se quedó mirándome durante un corto rato, eso me inquietaba, debo decirlo, perdón, quiero decirlo. Quizá, solo quizá, se preguntaba qué ocurriría de ahora en adelante.

-Loki...

Él movió su cabeza a ambos lados, como si quisiera alejar algo de su mente.

-Perdón, dime.

-Gracias, por estar a mi lado. Ya sabes que no muchos me apoyan.

-No hay de qué –dijo sonriéndome-. ¿Crees que tu padre y Jeyden habrán escapado?

-Seguramente. O escaparon antes de que ocurriera todo eso o, aunque hubieran estado en el castillo, el fuego no les hubiera afectado, ya sabes, la piel de los Ignis.

Loki se levantó y fue directo a la puerta.

-Ha sido un largo día, supongo que querrás descansar, te dejo. Nos vemos.

Moví mi mano a modo de despido, mientras veía cerrar la puerta poco a poco. Me tumbé en la cama, tras aquello, mirando al techo. Y pensando en mi, Tahiel y Loki. En lo que podía haber sido y no fue. Y en cómo fue todo cuando yo solo era Elliot, un simple bandido. Pensé también en Ivar, ¿dónde estaría ahora? Supongo que con mi padre. Pensé en Iris, Asher, Tania, los reyes de los distintos reinos... básicamente pensé en todos. Todos, sin faltar a nadie. "No tiene sentido vivir en el pasado" pensé, pero a su vez tampoco podía dejar de pensar en él. Soy demasiado irracional.

-He pasado de bandido a rey de reyes –susurré para mis adentros-. ¿Qué me tendrás preparado ahora, Dylan?

El Rey PerdidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora