Solo una acompañante. J.C

║ Capítulo 3 ║

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ESTE TEATRO HABÍA 

INICIADO SU FUNCIÓN

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// KATE //

—¿Usted? Pero... ¿Cómo? —dije arrastrando la última palabra.

—Discúlpame por el mal comentario, solo quería confiar que fueras la verdadera Kate. En el mundo en el que vivo no se puede creer a la ligera en las personas

—Lo entiendo, aunque acepto que me causó confusión "señor cercano a mi novio"

—Aun así te pido una disculpa por mis palabras —asentí amable, no quería causar drama por una pequeña escena de este tipo, era claro que él se preocupaba por Jos —. Por cierto, ayer se fueron temprano

—Sí, ya no había más que hacer ahí

—¿Conociste a su familia?

—Sí, son todos muy amables aunque aún no conozco a sus abuelos

—¿No? Pensé que si

—Sinceramente no me gusta espiar a otras personas por internet o revistas

Aunque últimamente lo he hecho por un idiota que no lo merece

—Tienes razón, ¿Te causa temir no ser aceptada?

—Mi abuela siempre me decía "Con que dos personas se quieran, las demás salen sobrando" y eso es lo que creo, tal vez con el tiempo sus abuelos me acepten

Comenzó a reír, —. Ya verás que te van a adorar

No me di cuenta cómo es que llevaba mi libro favorito, solo vi cuando se me resbaló de las manos e impactó con el suelo, lo recogí y lo puse en el escritorio.

—Buen gusto en libros ¿Sabes hablar Francés?

—Sí, español e inglés por parte de mi madre, italiano y francés por mi padre, y por nacimiento el alemán.

—¡Wow!, ¿Entonces hablas 5 idiomas? ¡Increíble! —sonrió —. Te servirá en tu trabajo algún día

—Sí, eso es verdad, aunque por ahora no me sirve, no consigo un trabajo estable para poder pagar mis estudios

Y era verdad, quería un trabajo estable, Nathan me apoyó en un tiempo pero no quería depender de él y su familia, ya mucho habían hecho por mí.

Con tan pocos años y sin experiencia no conseguí un trabajo, mis gastos no podrían ser cubiertos en su totalidad con lo poco que me ofrecían.

—Entonces ¿Tú pagas tus estudios?

—Sí

—¡Oh vaya! que sorpresa, una chica como tú hay pocas, otro punto a tu favor para que te acepten en la familia

—Eso me gustaría

—Por cierto, el hijo de uno de nuestros inversionistas les enseñara la empresa a algunos extranjeros y me pidió una traductora de confianza, tal vez tú puedas ayudar

—¿Es enserio?

—Claro, dijiste que hablabas Francés, Alemán e Italiano, exactamente los idiomas que se necesitaban. Serías una buena traductora

—¡Increíble!

—Podrías pasar a la empresa mañana —tomo una pluma, una hoja y empezó a escribir miedtras observaba de soslayo el reloj que portaba en su mano —. Aquí está la dirección. Hablaremos de ese tema ahí, y también de tu proyecto, se me acaba el tiempo y me tengo que retirar —me extendió el papel y lo tomé —. Nos vemos pronto, por cierto, felicidades