║ Capítulo 5 ║

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ME PREOCUPÉ POR TI, CARIÑO

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// KATE //

No lo podía creer, Jos en mi cuarto y pasado de copas, era lo menos que podía imaginar.

Podía soportar sus actos de mal humor, sus escenas de bipolaridad, sus malos gestos, pero una escena de él pasado de copas, definitivamente no.

Se acercó lentamente, sin despegar su mirada de la mía, casi le cuesta un gran golpe por tener que mantener el equilibrio.

Se posicionó frente a mí y yo no sabía qué hacer, abrió un poco la boca para decir algo pero al instante la cerró, se podía presenciar el olor a alcohol y menta.

Colocó una mano sobre mi mejilla y me observó de manera fija, parecía intentar buscar algo a través de mis ojos, parecía ausente del sitio y de la escena que estaba dando. Su cuerpo se ladeaba por no tener un equilibrio estable.

—Kate ¿Te han dicho que tienes unos ojos hermosos? —su mirada aún estaba puesta en la mía, en sus labios había una sonrisa que había dejado de ver desde hace tiempo.

—¿Qué te sucede?

La escena me parecía patética, no podía llegar a la habitación y comenzar a decir esas palabras cuando no estaba consciente de lo que decía, y si lo estaba, no sabía que era lo que conseguía con eso.

Retiré su mano pero volvió a colocarla donde mismo. Sonrió por mi actitud, quizá le divertía lo que estaba ocasionando, enfado.

—¿Qué? ¿Jamás te lo han dicho?

—Solo dime que te pasa

Intenté alejarme, dar vuelta e ignorarlo, pero nada fue así. En cuando di el primer paso, con intensión de alejarme, tomó de mi antebrazo y tiró de mi ocasionado que mi pecho golpear con el suyo y él tomarme entre sus brazos impidiendo que me alejara.

¿Qué era lo que pasaba con él? jamás se había portado así en sus cinco sentidos, así que es más obvio que está actuando bajo los efectos del alcohol.

—Suéltame Jos ¿Qué pretendes? —intenté zafarme pero me fue imposible

—¿Acaso te pongo nerviosa? —soltó una carcajada silenciosa

Esto comenzaba a sacarme de mis casillas.

—Jamás, solo retira tus manos de mí y sal de este cuarto

—Pensé que querías pasarla bien

Su sonrisa creció más y sentí aún más presión sobre mí.

—Sí, si quería pasarla bien —se le iluminó la mirada y mordió su labio, debería de estarse imaginando algo que sin duda no le permitiría —. Pero durmiendo, yo, en la cama, ¡SOLA!

Este está demente.

Jamás imaginaria que él me dijera eso, a nuestros escasos dos meses de supuestos novios pretende hacer esto, no me quiero imaginar si fuera verdadera esta relación.

Negó con la cabeza sin soltarme.

—Pensé que era lo que querías

—Pues pensaste muy mal, así que si no es mucha molestia ¿Me harías el favor de soltarme, salir del cuarto y dejarme descansar? Pueden escucharte

Solo una acompañante. J.CDonde viven las historias. Descúbrelo ahora