~Y ENTONCES TU AMOR LLEGÓ ~

Capítulo 37

*10 llamadas perdidas y 2 mensajes de texto de Caterine, 3 llamadas perdidas y 5 mensajes de texto de Anna, 6 llamadas perdidas y 4 mensajes de texto de Camila, 4 llamadas perdidas y 9 mensajes de texto de Lionel, 27 mensajes en WhatsApp del grupo "✌Bests friends forever✌", 2 mensajes de voz de Caroline, 5 mensajes de WhatsApp de Camila, 1 mensaje de voz y 7 mensajes de WhatsApp de Anna, 3 mensajes de WhatsApp de Lionel*

Un mes de sufrimiento. Hace 1 semana no veo a mis amigos porque lo hice enojar, los primeros días no me lastimó tanto, fue mas dolor sentimental, pasados los cuatro días me golpeó hasta que me sangrara él rostro, allí empezó todo, junto al dolor sentimental se unió él dolor físico. Y ya pasados los 6 días no me dejó salir de casa porque notarían que me golpea, ese mismo día que lo prohibió y me resistí, me desmayó de los golpes que me dió, según el medico fue mucha suerte la que tuve de haber sobrevivido a tal trágico "Accidente de auto".

Llamé a mis amigos y dije que no se preocuparan, les dije que me iba. Para ellos de vacaciones a Las Vegas, para él desaparecí del hospital, y para mí con ayuda de una Doctora, a un hospital psiquiátrico en Vancouver.

*Pasados 4 meses del escape de Siattle.*

-Con dos costillas rotas y casi la cara desfigurada me dejaron salir del hospital, pero no tardó mucho en volver a hacerlo una y otra, y otra vez, volvió a dejarme inconsciente tantas veces que ya ni recuerdo el por qué lo hacía. Agradezco estar aquí hoy, en este grupo lejos de quién creí era el amor de mi vida-.
-Gracias Isabelle, por contarnos lo que sucedió- dijo el Dr. Crawson-.

Luego de esa terapia en grupo me volvieron a llevar a mi habitación. Este lugar no es donde cualquier persona desearía estar, pero es solo por protección. No creí volver a un sitio así y menos por algo como lo que pasó.

-¿Como estas Bel?-.
-Bien-.
-Es hora de dormir, toma las píldoras y recuestate-.
-Esas píldoras me hacen mal, no puedo tomarlas-.
-Debes hacerlo- dijo firmemente la enfermera-.
-No-.
-Hazlo-.
-No-.
Me agarro del brazo y dijo -Hazlo ahora-.
De repente no era ella, si no el, comencé a golpearlo y a medida que lo hacía me sentía libre, él no volvería a hacerme daño, soy mas fuerte. Lo tiro al suelo y está casi inmóvil, lo dejo tirado y salgo corriendo por él largo y angosto pasillo, sigo sin mirar atrás. Llego hasta él elevador y voy hasta él ultimo piso, donde se encuentra la terraza. Corro hacia él borde y lo veo pasar por la puerta.

-Bel, ven aquí cariño-.
-No, nunca volveré Contigo- dije subiendo a lo que sería un escalón al precipicio-.
-Isabelle, por favor, nadie te lastimará, vuelve aquí en este instante-.

Luego de aquello no recuerdo mas nada, lo único que sé es que me desperté con un gran dolor de cabeza y me dolía la muñeca. Asustada empecé a intentar salir pero mi puerta estaba cerrada, y del otro lado apareció la enfermera.

-Tranquila Bel, te negaste a tomar la píldoras pero no podía dejar que sigas despierta asi que te inyecté un calmante. Volviste a tener alucinaciones pero esta vez no corriste mas allá del elevador-.
-¿Como puede ser eso posible?, yo recuerdo haber estado en una terraza o balcón, como sea que se llame-.
-Fue producto de tu imaginación Isabelle, duerme, todo estará bien-.
-No tengo sueño, quiero explicaciones-.
- Cuando despiertes te las daré-.

Y así fueron los 365 días, siempre una alucinación nueva, siempre la inyección era mas potente y espesa, como un aceite que recorría por mis venas, incluso llegué a tener combulciones, parálisis y al final estar en un coma inducido. Éste no tuvo ningún efecto muy grave, quizás él delirio pero, las inyecciones, me hacían delirar también así que me acostumbré.