Capítulo 21. Laurie da guerra y Jo pone paz

456 3 0
                                    

La señora March y Jo estaban absorbidas en sus asuntos, cuando un sonido de Meg le hizo levantar los ojos para verla mirando fijamente con cara asustada una carta que tenía en las manos.

—¡Hija mía! ¿Qué te pasa? —gritó la madre corriendo hacia ella mientras Jo trataba de tomar el papel.

Meg comenzó a sollozar y a acusar a Jo, quien no entendía nada de lo que estaba pasando.

Era una carta de amor firmada por John Brooke. Meg había descubierto que era falsa y acusaba a su hermana de haberla escrito. Jo se indignó mucho porque se dio cuenta de que era obra de Laurie. La señora March le preguntó a Meg si la había contestado.

—¡Sí que lo hice! Y así fue como descubrí que ésta era falsa. Él escribe de una manera completamente distinta y muy respetuosa, y ya me había confesado sus sanas intenciones. Yo pensaba decírselo a usted, mamá, pero me gustó conservar por un tiempo mi secreto.

—¿Y qué le contestaste? —preguntó preocupada la madre.

—Que aún no podía decidir por mi cuenta, que era demasiado joven y debía hablar con mis padres. Así que seguiríamos siendo amigos por un tiempo.

La señora March sonrió tranquilizada y decidió arreglar ella aquel asunto. Consoló a Meg y mandó a Jo a buscar a Laurie. Se encerró con él a solas y luego de un rato abrió la puerta para que entraran Meg y Jo. Laurie, totalmente avergonzado, pidió disculpas de mil maneras a Meg mientras la señora March hacía esfuerzos para no reír.

El abuelo de Laurie se enteró y peleó con él. Aunque no pudo sacar una palabra al muchacho, sabía que algo les había hecho a las March. Laurie pensó fugarse de Washington e ir con Brooke, pero Jo intervino y calmó al anciano. El señor reconoció que era un hombre violento y aseguró que cambiaría de actitud con respecto a su nieto, lo que cumplió fielmente.

MujercitasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora