24 - "Te extraño".

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Él sabía que Luhan lo había estado intentando molestar, y por ello, le estuvo devolviendo los ataques o evitándolos durante todo el día. Era fácil tratar con los niños frustrados cuando sabías cómo hacerlos frustrarse más. A pesar de todo, el joven chino no era de lo que más estaba pendiente Jongdae, sino de aquella reunión que se daría por la tarde en aquel restaurant. Irían, hablarían, y luego él se marcharía para cenar con Minseok.

Dahye llegó unos minutos después de él, con su cabello más corto que la última vez que la vio y una sonrisa tímida como primer saludo. De hecho, él se lo devolvió, con una sonrisa que aparentó ser mucho más tranquila. El ambiente era distinto al del día en el cual se despidieron hace años y eso alegró a Jongdae, quien empezó a hablar con la mujer que alguna vez fue suya.

De más estaba aclarar que por descuidado, Jongdae no notó la presencia de su estudiante en el salón; consiguió distraerse hablando con Dahye, incluso si ella evitaba su mirada seguidamente.

—¿Y cómo está tu matrimonio? —le preguntó sin ningún problema.

—Oh —ella parecía sorprendida por la pregunta. Quizá esperaba algún reproche que nunca llegó—. Está bien... Él y yo nos compramos una casa hace poco.

—Qué bien, ojalá les vaya bien con eso. Es aburrido siempre vivir en un departamento —respondió con sinceridad. Luhan no escuchaba lo que decían, pero empezaba a imaginar.

—Ya... Muchas gracias —sonrió por poco— ¿Y tú, Jongdae? ¿Estás saliendo con alguien?

—De hecho sí, Dahye.

—¿De verdad? ¿Cómo se llama la afortunada?

—¿Afortunada? —Jongdae se rió, cierto que él era heterosexual.

—¿Hm? —mostró intriga la mujer ante la tardía respuesta.

—Es un hombre —aclaró, justamente cuando servían los platos que ordenaron. El asombro fue imposible de esconder para ella, y con una cara de pronto muy amarga, perdió el apetito que había guardado para el almuerzo—. Es profesor como yo, solo que de instituto...

—¿Un hombre? —interrumpió ella para preguntar. Su acompañante repitió lo mismo:

—Sí, salgo con un hombre —le miró de reojo; Dahye adquirió disgusto en su manera de hablar y Jongdae pudo notarlo.

—¿Desde cuándo eres gay?

—A ver... —se cruzó de brazos, apoyando la espalda en su silla sin que nadie tocara los almuerzos— ¿Desde que me gusta Minseok...? Porque no me dejaste comentártelo, se llama Kim Minseok.

—No puedo creer que en serio puedas...

—¿Acostarme con un hombre? ¿Besarlo? ¿Quererlo como mi pareja? Bien que puedo, no es algo difícil tampoco.

Las palabras del trigueño fueron directas, porque así él quería que fueran. No entendía por qué Dahye lo había citado y ahora parecía tan tocada, mas no era algo que él pudiera solucionar o tomar como una afectación. Lo comprobó: ya no la amaba, y ya no la volvería a amar jamás así le pareciera que en efecto, ella seguía siendo la mujer más hermosa de todas.

Dahye se sintió frustrada por alguna razón, y no solo Luhan se incluía en el saco de negados.

Después de todo, cómo, de dónde, cuándo podría ella tomar el valor y reunir el descaro para decirle a su ex esposo, que estaba arrepentida, y que quería decir te extraño.

Mi jardín favorito ‹ chenminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora