Jongdae veía el reloj de péndulo que adornaba su sala, los muebles, las cortinas y las decoraciones de las mesas; la gente siempre le dijo que su sentido de ambientación parecía el de una señora mayor. En el mueble frente a él, estaban Baekhyun y Chanyeol, ambos con muy diferentes poses. Mientras el primero se sentaba derecho y dejaba sus manos reposar sobre sus rodillas, el segundo se había inclinado y cruzado los brazos, casi perezoso. Él no entendía cómo es que siendo hijo de Taeyeon aquel jovenzuelo podía ser tan maleducado.
—Ya te dije que no tenemos idea de quien cortó las flores ¿por qué formas tanto rollo? —resopló el jovenzuelo.
—Primero: a mí no me estés hablando así, mocoso —Baekhyun formó una mueca de nerviosismo, haciéndole una seña a su pareja—, y segundo: ¿cómo es posible que no se hayan dado cuenta? Joder, sé que no es su casa pero mínimo intenten cuidarla, ¡para traer a tus amiguitos sí que no te lo piensas mucho!
—Sehun y Jongin no son mis amigos —corrigió—, solo son mis compañeros de universidad...
—Se la pasan aquí, Chanyeol.
—Yo traería a un amigo mío pero Baekhyun solo pasa a esos dos, no ves que son de su gusto —se encogió de hombros, y Jongdae tomó aire para guardarle paciencia.
—¡Lo siento Daedae! Si te molestan los amigos de Chanye-
—No se trata de sus amigos —inquirió el dueño de la casa—, la cosa es que cualquiera se mete acá y ustedes ni pendientes.
—Pero si no estábamos cuando pasó... Ya habíamos salido —aclaró el profesor de secundaria.
—¿Cómo estoy seguro? ¿Uh? —negó Jongdae, levantándose. De nada iba a servir reclamarle a ellos si ni habían estado presentes.
Caminó hasta su habitación y decidió dejar el tema por sentado. La parejita se miró las caras y luego suspiró, aliviados de que no los hubieran corrido del lugar.
Era difícil de explicar, Jongdae había creado cierto lazo afectivo a su jardín ya que, además de la música, era lo que más le había entretenido los últimos años. Su jardín había crecido mucho cuando Dahye lo dejó, pero había estado más hermoso que nunca hace unas semanas, incluso si le descuidó un poco por andar con Minseok. Y pensándolo bien, lo que más le pegaba era que este último lo ignorara demasiado después de lo ocurrido. ¿Por qué Minseok aún no lo saludaba en todo lo que iba de día?
"Mi novio da demasiadas vueltas" pensó, y resistió ante las ganas de llamarlo. Bueno, resistió por unos minutos. Porque como sabemos, se trataba de Jongdae, y él no podía dejar las tensiones acumularse por mucho. Ya sabía lo malo que era para la salud.
Tomó su teléfono celular cuando sonó el timbre de la puerta. Al salir, Chanyeol se le acercaba para decir sin ningún disimulo "tu macho llegó" y largarse hasta su habitación. Menos mal que la noticia había alegrado su malos ánimos, pues sino se habría ido detrás del más alto para jalarle sus peculiares orejas. Caminó por el pasillo y descubrió a su novio pasando a la sala, tan guapo y presentable como siempre, siendo recibido por Baekhyun quien le sonreía cordialmente. Él estaba contento, pero entonces notó a Luhan en la puerta y las energías recién obtenidas desaparecieron.
—Han, pasa —pidió su novio. Él se quedó quieto en su lugar.
—Hum... —casi refunfuñó el nombrado, adentrándose en la casa de su peor enemigo—. Con permiso...
—Buenas tardes, Jongdae —Minseok hizo lo que tanto él esperaba: dirigirse a él—. Este hombre de aquí viene a decirte un par de cosas.
Al dueño de la casa todo eso le parecía irrelevante. Él no deseaba que Luhan se disculpara con él, solo lo quería lejos de su casa y de su relación, y eso mismo le dejó claro. Se miraron con ojos duros al inicio, mas luego los de Luhan se ablandaron, y a la hora de despedirse, Jongdae había entendido que el muchacho de verdad estaba enamorado de Minseok.
—Pero es una lástima —pensó en voz alta—, ya no me queda compasión a la hora de rivalizar en el amor.
—¿Qué? —volteó a mirarlo Minseok, ahora yacía sentado a su lado.
—Cosas mías —rió Jongdae, y le dio un suave beso que le hizo sentir mucho mejor.
—Jongdae... —habló bajo el mayor por alguna razón, mordiéndose el labio— Lo siento por lo del jardín.
—No te preocupes.
—¿No estás enojado?
—¿Cómo podría enojarme con Luhan? Es un tonto enamorado, ¿y cómo podría enojarme por eso contigo? Si me tienes como un tonto enamorado también.
Minseok sonrió, negando levemente después.
—Hagamos un jardín nuevo —le sugirió. Y los ojos del músico se agrandaron.
—Me encanta la idea —respondió—, y te vienes a vivir conmigo.
—¿Cómo? —pareció extrañarse el mayor. La televisión que estuvieron viendo pasó por completo a segundo plano, una de las piernas de Jongdae descansaba sobre el regazo de Minseok, y ellos se observaron al mismo tiempo.
—Vente a vivir conmigo —repitió—. Quédate conmigo, Minseok.
Nota:
No puedo creerlo pero este ff está por terminar :_)
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Mi jardín favorito ‹ chenmin
Fanfic"Él no era una persona del todo amable, mucho menos cariñosa. Siempre lo veía estornudar al pasar frente a mi casa, y aunque sentido no tenía, me causaba gracia". | Ligera comedia, un poco de drama y cosas random entre los vecinos Jongdae y Minseok...