Soldado Imperial. Capitulo 22.

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Capitulo 22:

Estoy de espaldas apoyada en el cuerpo desnudo del General, que esta sentado sobre mi cama conmigo rodeada entre sus brazos. Tenemos las piernas recogidas y enredadas. Tengo apoyada la cabeza en su hombro izquierdo a ojos cerrados.

Me siento cómoda en sus brazos, colmada de placer. Hemos pasados horas exquisitas haciéndonos el amor.

El había dicho que tendríamos solo sexo. Sexo crudo y nada mas, pero no fue así. Nos adoramos, nos deseamos, nos amamos y por ende nuestros encuentros sexuales tienen tintes de pasión descontrolada, pero jamás dejamos de estimular nuestros cuerpos y sentidos. Buscamos siempre hacer que nuestro éxtasis sea compartido generosamente por el otro a través de besos y caricias.

El placer compartido estas últimas horas fue mas grato que si solo hubiésemos follado para llenarme de semen buscando un hijo.

Estoy invadida por una sensación grata de protección y de seguridad debido su forma tierna de mantenerme entre sus brazos.

En este momento a pesar de estar adolorida, agotada, y satisfecha sexualmente vuelvo a sentir que me excito debido al roce de nuestra piel. Sobre todo porque el General recorre mi cuerpo con las manos de una forma seductora y placentera, además me riega de besos seductores en la piel del cuello y en el hombro derecho.

Puedo sentir la forma de su cuerpo fuerte y cálido junto mío, huelo el aroma de su piel, me transmite el calor de su piel. Puedo sentir el movimiento de los músculos de su torso delantero, de sus piernas y brazos.

Me siento amada, deseada, valorada y mimada. Me siento en brazos de alguien que me adora. Pero viendo que el sol ya se oculto, dejo de sentirme relajada.

— ¿Por qué no te quedas en mi aposentos un día mas, General?.

Ya que te atreviste a venir a mis aposentos para arrebatarle la mujer a tu padre, arriesgándote a echar por la borda todos tus sueños y ambiciones. Quédate conmigo un poco mas. No quiero que este tiempo juntos se acabe. El día se me hizo corto, ya llego la noche y ella te alejará de mi.

La noche te arrebatará de mis brazos.

Temo que estas pasadas horas a tu lado no puedan repetirse. Te necesito a mi lado. Te he extrañado como no tienes idea.

He sufrido pensando que me habías olvidado.

Realmente creí que me habías sacado de tus pensamientos. Pensé que ya no me deseabas como mujer.

Por favor, quédate General. Solo a tu lado me siento feliz y segura.

No estarás pretendiendo dejarme sola otra vez. ¿Verdad?. ¿Te marcharás esta noche esperando que aguarde por ti durante meses nuevamente?.

¡Me niego!. No quiero estar separada de ti por tanto tiempo. No quiero que te alejes de mi. No quiero que tengamos que volver a actuar como dos extraños.

¿Por cuanto tiempo me harás esperarte en esta ocasión?.

¿Cuándo volveremos a estar juntos, a solas?. ¿Pretendes volver o será esta la única ocasión?. Quiero que te quedes porque ahora me siento mas tranquila. Nada sucedió durante el día. Como me anunciaste nadie a parte de Sue Jei ha venido a verme.

Los sirvientes del palacio realmente acatan tus ordenes al pie de la letra. ¿No es así?.

Sue Jei no tiene la autoridad para impedirles el paso a las demás damas de compañía que Yeongjo dispuso para mi, así que debe ser debido a tus ordenes que se han mantenido lejos de mi.

Tú haz bloqueado todos los atentados que han hecho en mi contra durante estos pasados cinco meses.

Ya han muerto catadoras de este palacio debido a los alimentos que debían traer para mi.

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