Soldado Imperial.

Soldado Imperial. Capitulo 3.

Capitulo 3:

— ¿Qué haces tan tarde en la noche General?.

Entrenas una vez mas bajo las estrellas con la espada hasta caer de agotamiento. ¿Acaso tienes algo que te ronda por la cabeza tan importante que te quita el sueño?.

¿Qué es aquello que tortura a la mente fría e insensible de la espada del rey?.

Agitado por el agotamiento, me quedo quieto mirando hacia el frente sin mirar. Siento como el sudor fluye por la piel de mi rostro.

Aprieto los labios con irritación al escuchar a mis espaldas la voz burlesca del hijo del ministro del interior, un soldado imperial de alto rango como yo, quien a su vez, es mi único amigo. El como yo sueña con ver muerto al rey. 

El tiene sus propios motivos para anhelar ver muerto a Yeongjo.

Lee Kim es la única persona que me conoce como a mi mismo, quien puede leer mi mente y me comprende porque como yo posee una mente de zorro. Aun así no le confiaría mi vida, ni pondría encima de sus hombros mi absoluta confianza, porque Lee ambiciona el trono. Ambición que podría alcanzar porque pertenece al linaje real, él es un primo en segundo grado.

Somos amigos, pero jamás podremos ser aliados, porque yo tengo mis propios planes con respecto al trono.

Como la espada de la corona, espada que tiene voluntad e ideales propios, anhelo blandir mi filo como espada por alguien que a mis ojos lo merezca.

Deseo proteger a alguien digno de gobernar.

Deseo servir como un fiel protector a un rey que piense en el bien de la gente pobre y desamparada por sobre los nobles, quienes gobiernan solo para su beneficio y ambición de poder.

Deseo ser el escudo y el filo mortal para un rey que reine para el pueblo con justicia. Anhelo a un rey al cual pueda respetar.

Mi sueño de liberar a mi país de la corrupción y de la injusticia a sido un camino largo y doloroso, por que he debido guardar el odio que me corroe, sirviéndole fielmente a mi padre el rey, a quien odio con cada fibra de mi ser.

Hasta ahora he cumplido a cabalidad mi papel de consejero y espada para Yeongjo. Me he ganado su confianza.

Estoy muy cerca de alcanzar mi meta.

No moriré hasta que no vea sentado en el trono al tipo de rey que anhelo. A él lo guiaré, lo educaré y protegeré desde el momento que nazca para que se convierta en un gobernante digno del pueblo. ¡Ohh si!. Estoy muy cerca de alcanzar mi sueño, solo debo aguantar un poco mas, solo un poco mas.

Falta poco para que mi futuro rey sea concebido.

Falta muy poco para que pueda de una vez por todas liberar a Joseon de Yeongjo. Así que Lee Kim es mi amigo, pero a la vez mi mayor enemigo.

De mi cuenta corre que la sangre de mi linaje real no se pierda.

Mi futuro rey nacerá del vientre de la mujer que amo.

Ha sido duro ver a mi cálida, pura e ingenua princesa Akame desde lejos, siendo hoy la reina Jeongsun.

Ella es la flor mas bella del imperio Chino y de Joseon.

Ninguna mujer puede rivalizar en belleza con ella, pero su belleza exterior no es nada comparada con la belleza de su corazón puro.

Akame es mi lirio acuático, la flor que resplandece aún en medio del lodo. He temido desde que la entregue sana y salva en manos de mi padre Yeongjo que pierda su luz y su calidez, porque yo sé mejor que nadie lo duro y lo cruel que es cuando alguien a quien se le tiene rechazo y asco utiliza nuestro cuerpo a su antojo cada vez que se le pega la gana.