Soldado Imperial.

Soldado Imperial. Capitulo 26.

Capitulo 26 Final:

Sabiendo que Akame y Sunjo estaban a salvo pude concentrarme en la siguiente batalla para liquidar a los nuevos asesinos a sueldo que contrato el Emperador Yiun Xuan para asesinar a su hermana y apoderarse de su sobrino. Y como lo esperaba, días después Yeongjo ante el Noron y el Soron decreto estar en guerra contra China. Se mandaron a colgar panfletos de dicha decisión por todo Joseon.

En las 8 provincias corrió rápido el rumor.

Se mando a llamar a todos los altos oficiales del ejercito y como el General se me ordeno estar al frente de las cuadrillas.

En total se reunieron 500.000 soldados.

Las tropas se reunieron en las afueras de Hanyang en espera de las ordenes que se dieran desde la corona.

Como era de esperar el pueblo común, además de los nobles se mostraron contrarios a la orden del rey regente. Porque como sucede en toda guerra se reclutan a todos los hombres de las familias en caso de importantes bajas militares.

Esta no sería una contienda civil como las que solían estallar cada cierto tiempo en Joseon.

Esta vez se estaría en guerra contra la potencia China, que para empezar es una nación mas grande y mas preparada económicamente para enfrentar una guerra internacional.

Una guerra puede durar meses o mantenerse por años y los costos humanos y económicos son estratosféricos. Y quien subsidia las guerras no es el gobierno, sino el pueblo, la gente común. Y a los plebeyos no les alcanza ni para mantenerse a ellos mismos.

La pobreza ha hecho esclavos a miles de hombres y mujeres.

La gente de Joseon comentaba enfadada—¿de donde esperaba el Emperador Yeongjo recaudar el dinero para financiar una guerra a gran escala como la que pretendía llevar a cabo?.

Nos creían en desventaja numérica y armamentista.

La opinión general de los súbditos de Joseon era que la guerra contra China era un suicidio colectivo a gran escala. Solo alguien completamente loco como yo sabe que un ejercito bien entrenado, usando estrategias poco convencionales puede acabar con un ejercito mas númeroso.

Una guerra se gana con estrategias, mas que por la cantidad de armas disponibles. Pero debo aceptar que una guerra se puede ganar mas fácilmente usando la política.

Con la política se puede hacer un tratado de paz en tiempos de conflictos. Los involucrados en un conflicto ideológico, religioso o militar, pueden llegar a acuerdos que dejen a ambos bandos satisfechos solo al sentarse a negociar para llegar a un acuerdo. Por lo tanto la política puede acabar con una guerra en un segundo.

En pocas semanas se reunieron pequeños grupos de hombres comunes armados que se sublevaron contra el trono de Joseon como medio de protesta. Y en consecuencia Yeongjo actúo como había hecho veces anteriores al estar expuesto a insurgentes. Mando a acribillar a los disidentes y a sus líderes los mando a torturar y a ejecutar públicamente para infundir terror. Pero las injustas ejecuciones de padres e hijos de familia que solo buscaban detener una guerra llevo a la gente a protestar parando toda actividad comercial en la cuidad.

Se cerraron negocios, casas de apuestas, casas de Kisaeng, en fin. La cuidad de Hanyang estaba desierta, completamente paralizada, pero Yeongjo no dio su brazo a torcer. Amenazo con pedir dobles impuestos y subir los precios de toda mercancía.

Quito las reservas de trigos a todas las aldeas de agricultores y de las casas de todos los contribuyentes en la cuidad. A los nobles les exigió un doble tributo de oro y plata.

En consecuencia el Emperador Yeongjo se echo a todo Joseon como enemigo.

La gente pobre y los nobles conspiraron para buscar y elegir a un líder insurgente capaz de tomar el trono quitando a Yeongjo del poder. Fue entonces que me reuní con mis aliados en la casa central de apuestas en la cuidad de Hanyang.