Me desperté cuando mi despertador sonó a las 7:00 am. El sol brillaba como nunca. El tiempo estaba bastante fresco, no había una sola nube en el cielo. Era un perfecto vitral de colores azules intensos.
Definitivamente hoy sería un buen día. Shawn ya estaba en casa con su familia, mejorando. Las caídas no son suficientes para ese ángel que todo lo puede. Ya no tenía necesidad de tomar antidepresivos, había dejado atrás la muerte de mis padres. Los recordaba con inmenso amor, pero ya era hora de dejar el dolor y ya lo había logrado. Ahora tengo que hacerlos sentir orgullosos. Todo estaba marchando de maravilla.
Hoy era la graduación de mi chico de ojos miel. Tenía que preparar una presentación. Compuso una canción y hoy sería el debut de la misma. Jamás había escuchado a Shawn cantar, pero se rumoreaba como cenizas dispersándose en el aire que el era un buen cantante y no lo dudaba.
Me levanté de la cama con muchos ánimos. Encendí la radio y empezó a sonar una canción la cual desconocía, pero empecé a mover mi cuerpo al ritmo de ella, dejándome llevar. Entré al baño, me despojé de mi pijama y abrí la llave de la ducha para que la lluvia artificial empezara a caer sobre mi cuerpo. Perdí la noción del tiempo cuándo la primera gota cayó sobre mi cuerpo. Quizá duré unos ¿30? o quizá ¿40? Minutos. Lo necesario para relajarme. La tensión acumulada durante los días que tuve que visitar a Shawn en el hospital me sentaban fatal. Estaba más delgada, algunas de mis ojeras habían desaparecido. Pero estuvieron allí muy marcadas. Gracias a Dios y al cielo. Shawn hoy se pondría un lindo traje y saldría con su guitarra a cantar una linda canción, porque él ya estaba bien.
Envolví mi cuerpo en una toalla y mi cabello también. No me preocupada en arreglarme tanto. Pero hoy era un día especial para todos, así que haría mi mayor esfuerzo y ¿Por qué no arreglarme un poco más?
Empecé a maquillarme con lo poco que sabía. Era bastante sencillo, pero mi rostro cambiaba un poco. Tomé la tenaza para rizar mi cabello. Lo ondulé solo en las puntas, para que se viera natural. Finalicé aquello en unos 35 minutos.
Caminé hacía mi armario y tomé el único vestido que tenía y lo había comprado hace un par de días para esta ocasión. Era negro de tela lisa, manga larga de encaje, me llegaba dos dedos por encima de las rodillas. No era ni demasiado largo, ni demasiado corto. Era sencillo, pero bonito y tomé unos tacones negros. No estaba vestida de gala, pero si para la ocasión.
El timbre sonó para cuando me estaba terminando de poner el zapato del lado izquierdo. Abrí y me encontré con la madre de Shawn. La saludé con un beso en la mejilla.
La sra. Karen y yo nunca habíamos entablado una conversación fluida, de hecho, con la única persona que he podido entablar una conversación fluida y tranquila es con su hermana pequeña. Pero se nota que en la mirada de cada uno de ellos hay cariño, no me desprecian, pero simplemente no hemos tenido tal tiempo para ponernos a dar un recorrido de nuestra historia a través de palabras.
-Cariño, ¿como estás?-Su voz era dulce y su mirada tranquila. Estaba vestida de una manera sencilla, fresca, pero se veía preciosa en esa hermosa blusa blanca y los pantalones negros.
-Bien ¿y usted?-Apreté sus manos en un gesto de cariño.
-Bien cariño. Shawn, tuvo que ir más temprano, ya sabes. La graduación, los imprevistos de último momento-Río, su risa era melodiosa, lo que hizo que me contagiara con su entusiasmo.
Ahora que la veo reír, me doy cuenta que he podido conocer dos facetas demasiado intensas en su vida. La alegría extrema de ver a su hijo mayor graduarse, y aquel día cuándo la vi por primera vez, llorando a mares porque se estaba enterando que su hijo tenía cáncer. Aquel recuerdo me parte el corazón y en segundos me deshago de él.
ESTÁS LEYENDO
Cuando te conocí. -S.m-
FanfictionEra un día como cualquier otro, pero lo sentí tan diferente. El cielo nublado y el ambiente tan frío. Aquel día que te vi, no sabía con esa actitud que te convertirías en todo para mi. Gracias Shawn, te amo. -Prohibida cualquier adaptación sin mi co...