Cuando te conocí. -S.m-

Lluvia, café, abrazo y Shawn.

Era una mañana fría, bastante. Como la de aquel jueves que Haley conoció a Shawn.

Haley se levantó temprano, se dio una ducha, se vistió, desayunó y salió de casa directo a la universidad. Con 18 años, Haley iba en su primer año de artes en la universidad.

La chica se dirigió a la parada del transporte público a esperar el que debía tomar. El autobús la dejaba a sólo 3 cuadras de la universidad.

Pasaron unos 10 minutos cuando llegó el autobús, ella se subió a el dando los buenos días al chófer y pagando, al final había un puesto libre por lo que decidió caminar por el corto pasillo y sentarse. El camino era un recorrido de 15 minutos.

Haley miraba por la ventana la ciudad, o mejor dicho, parte de ella.

Pasaron exactamente 15 minutos y Haley llegó a su destino. Se bajó y caminó. Estaba sumergida en sus pensamientos cuando sintió una gota caer en su mano, otra en su cabeza hasta que ella se encontraba totalmente empapada. Decidió entrar a un café que estaba al frente de donde se encontraba, para refugiarse de la lluvia y calentar su cuerpo con un café muy caliente. Cruzó la calle y entró a aquel lugar en donde inmediatamente sus fosas nasales se deleitaron con un maravilloso olor a chocolate, café, pan y donas.

Se sentó en una mesa junto a la ventana para admirar la lluvia, quizá si faltaba a clases un día... Eso no le haríadaño a nadie.

Una chica muy joven y con una sonrisa hermosa se le acercó-Buenas, ¿desea tomar algo?-Dijo la chica-Un café y una dona, por favor.-respondió Haley. La chica asintió con una pequeña sonrisa y se marchó para buscar el pedido.

Haley inspeccionó el lugar con la vista. Se preguntaba porqué jamás había entrado antes. Era un lugar acogedor, no era muy grande, pero si lo suficiente para venir con 5 amigos o quizá 6. Tenía un ventanal perfecto y la decoración era muy sencilla, mesas blancas, sillas negras y un servilletero en medio de la mesa. El piso era de cerámica negra y en las columnas habían unos parlantes de donde salía una música muy agradable de un artista que desconocia. El lugar no se encontraba muy lleno. Quizá 15 personas.

La vista de Haley dio con una mesa al fondo en donde se encontraba Shawn con la vista perdida, jugando con una servilleta. Haley tenía una guerra en su cabeza entre sí acercarse a Shawn o hacer como si nada.

-Acercate, a estado varios días aquí, se va antes del atardecer. Se nota que necesita con quien hablar-Interrumpió la chica que había tomado la orden de Haley -No, yo solo estaba...-Haley no sabía que responder. La chica le guiño un ojo dejando el café, una dona de chocolate sobre la mesa y se fue a atender otras mesas.

Haley decidida tomó sus cosas y se sentó en la mesa de Shawn, quedando justo de frente.

-¿Otra vez tú?-Dijo Shawn percatandose de la presencia de Haley.

Haley sólo lo miró mientras tomaba un sorbo de su café caliente. Tomó la dona, la cortó por la mitad con sus manos y se la dio a Shawn, quien la recibió dándole una mirada extraña.

-No hay nada que no arregle el chocolate-dijo Haley con una sonrisa. Shawn mordió la dona haciendo un gesto con su cara de aprobación hacia esa maravillosa dona de chocolate.

-Disculpa-Dijo Shawn. Haley lo miró-¿por qué?-Le respondió Haley-Por cómo te he tratado, no es mi intención, es que estoy tan frustrado, tantas cosas-Dijo el castaño soltando un suspiro.

Haley se levantó de la mesa, tomó asiento al lado del castaño y lo abrazó. Shawn no respondió rápidamente, se encontraba en Shock por aquel acto de la pelinegra. Pero minutos después sus brazos envolvieron a la chica. Se quedaron así por un largo tiempo. Callando las penas con un abrazo.

Cariño, es que tus abrazos son los mejores.

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Espero este capítulo les guste. Gracias por apoyarme y seguir la historia. Me divierte mucho escribir esta Fanfic, es como si realmente conociera a Shawn. Si les gusta voten y comenten. Su opinión es muy valiosa. Esto es gracias a ustedes!

Con amor.