01 | 𝕻𝖎𝖗𝖆𝖙𝖆𝖘 𝖉𝖊𝖑 𝕮𝖆𝖗𝖎𝖇𝖊: 𝕷𝖆 𝖉𝖊𝖘𝖈𝖊𝖓𝖉𝖎𝖊𝖓𝖙𝖊.

𝕮𝖆𝖕í𝖙𝖚𝖑𝖔 𝖃𝖃𝕴: 𝕷𝖆 𝖍𝖊𝖗𝖒𝖆𝖓𝖉𝖆𝖉.

Para poder ingresar a la Isla del Naufragio, tenías que pasar dentro de un gran túnel tan majestuoso, para después encontrarte a una fortaleza llena de barcos diferentes. Al llegar ahí, Jack comenzó a contar los barcos que había y ordenó bajar del Perla para ingresar al inmenso lugar. Sophie se encontraba nerviosa ante el lugar y ante su apariencia, la cual, volvía a ser la misma con su vestido anaranjado y su peinado que había hecho sin el apoyo de un espejo.

Los piratas se encontraban ahí, ya que Jack había convocado una junta con la hermandad y está era la segunda junta de su corte, pero era la quinta si la generalizaban con los demás señores piratas de otras generaciones. La hermandad estaba conformada por: Sumbhajee que era el señor Pirata del Océano Índico, el capitán Chevalle que era el Sr. Pirata del Mar Mediterráneo, el capitán Villanueva que era el sr. Pirata del Mar Adriático; el capitán Héctor Barbossa que era el Sr. Pirata del Mar Caspio, el Caballero Jocard que era el Sr. Pirata del Océano Atlántico, Amman, el corsario, que era el Sr. Pirata del Mar Negro y la Señora Ching que era la Pirata del Océano Pacífico. Además de, el capitán Jack Sparrow que era el Sr. Pirata del Caribe, y, Elizabeth Turner que era la Sra. Pirata del Mar de China y la reina de la hermandad, sin embargo, por su actual desaparición, el segundo al mando era el representante del navío.

La reunión que había ejecutado Jack era para salvar a su reina y conocer a alguien especial, y aquella persona especial era Sophie. Claramente, el capitán no quiso exponer a su arma secreta y la mantuvo escondida en el Perla mientras él y sus tripulantes iniciaban la reunión con los piratas. La pelirroja sabía que su aparición se daría cuando Ragetti fuera por ella al barco, y, por mientras, Sophie se mantendría oculta, teniendo miedo y nervios por lo que sucedía en la hermandad.

Cuando se llegó el momento, Ragetti recogió a Sophie del Perla y la adentró al gran lugar, sin embargo, por petición de su capitán, el pirata no la llevó directo a la reunión, sino la llevó caminando por varios laberintos para que la mujer se distrajera en lo que Jack encontraba el momento preciso para presentar a Evelyne, sin embargo, el padre de Jack se dio cuenta de ello, y como una sombra persiguió a la pareja tratando de descifrar quién era la dama mientras Sophie sólo se preguntaba por qué la caminata junto con Ragetti aún no se terminaba.

—Ya hemos caminado mucho —comentó la mujer, pero el hombre sólo le sonrió.

Sophie lograba escuchar voces discutir a la distancia y unos pasos acercarse a ella cada vez más, aquello alertó al pirata que la acompañaba y detuvo sus pasos y dio la vuelta, encontrándose al pirata Teague. La mujer se sintió un tanto amenazada, aunque el pirata no mostrara ánimos de hacerle daño.

—Pensé que estarías con ellos hablando del código —aclaró Ragetti dirigiéndose a Teague—. Ya que nunca lo respetan.

—Jackie quiere que comience una guerra contra el Holandés para salvar a la reina, pero ella no se encuentra para declararla. Aunque sí su marido —mencionó Teague lentamente—. No es necesaria mi presencia por el momento —aclaró el hombre animando con sus manos a Sophie a que lo acompañara, la mujer se sintió un poco extrañada, pero la manera en la que había mencionado a Jack le dio curiosidad y decidió obedecer, aunque Ragetti no le pareció la idea.

Mientras más caminaban, a Sophie le invadieron ciertas dudas del lugar y del comentario que había hecho el hombre, y no dudó en pedir una respuesta.

—Señor... ¿La hermandad nos dejará sola, a pesar de que sea su reina la del peligro?

—Los piratas sólo piensan en ellos —contestó él—. Pero no te preocupes, mientras estés tú, nada le pasará a la tripulación. Y después de todo eso, tomarás la decisión final... —empezó a decir, pero la tos exagerada que fingió Ragetti lo detuvieron en seguir hablando.