12. Reencuentro

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Navidad es una época que siempre me pone feliz desde que empecé a vivir con mis madres, sobre todo porque a pesar de que es una ocasión para pasarla con la familia y mi familia es literalmente muy pequeña, nunca me sentí nostálgico al compararla con las otras gigantescas familias de mis amigos. Precisamente porque los amigos de mis madres asistían a la fiesta que ellas organizaban todos los años y me llenaban de regalos, puesto que era el único niño en su círculo social. Las ventajas de estar rodeados de adultos homosexuales, supongo. Y a menudo, el jefe de mami, el señor Roth, nos daba un gran bono de navidad con el que en año nuevo nos íbamos de viaje a un lindo lugar. Mi vida navideña ha sido realmente decente para alguien que no tiene tanto dinero ni una familia tan grande... y es tan irónico que Blaze tenga esas dos cosas pero no pueda recordar una sola navidad en que la haya pasado totalmente bien.

Es por eso que me propuse a organizar la mejor navidad que Blaze va a tener en su vida.

Primero no tenía idea de si debía llevarlo a casa con mis madres o llevarlo a Italia para que compartiera con su familia. La segunda fue una terrible idea tan solo pensarla, así que la descarté. Pensé mejor en traer a mis madres a Nueva York y como Harun no irá a Italia para navidad, su padre me dijo que vendría a pasarla aquí y mis amigos de Payson decidieron que vendrían a visitarme en vacaciones navideñas, decidí empezar nuestra propia tradición y organizar una fiesta.

Será la primera navidad de Rose también, sé que aun si no hago una gran fiesta él la va a disfrutar de todas maneras porque nos tiene. Tan confiado estoy de que Blaze nos ama lo suficiente como para estar contento con eso, pero aun así quiero darle más.

Mi primera misión es comprar los regalos y esto lo hago a comienzos de diciembre. Él no tiene tiempo para comprar regalos, así que yo compraré los regalos para Harun y su padre y demás personas y Dina se encargará de que su regalo para mi y Rose se mantenga en secreto. Una buena jugada de su parte.

Aun cuando solo empezaba diciembre, Nueva York ya estaba helado, así que tuve que hacer dos viajes de compras puesto que el frío me obligó a volver a casa.

Mi segunda misión fue la decoración. Blaze quiso ayudar, pero es pésimo con esas cosas así que lo dejé pensar que estaba ayudando al ponerle las decoraciones al árbol mientras yo hacía todo lo demás. Él y Rose rompieron varias cosas ¡Porque ella ya gatea! Y es tan desastrosa como su padre, no quiero ni pensar en qué estado se encontrará mi casa cuando empiece a caminar.

Mi tercera misión fueron las invitaciones, ya todo el mundo sabía de mi plan de cualquier manera. Aldo también insistió en asistir, aun en Italia mantenemos contacto por mensajes. Ha dejado de ofrecérseme, aunque realmente no le he contado sobre el desarrollo de mi relación con su primo. No se lo he contado a nadie porque no quiero que nadie lo arruine.

Ha sido difícil llevar nuestra relación, tan complicada como es, mientras criamos a Rose, mantenemos la casa y él va al trabajo. Aun no hemos tenido sexo y realmente no estoy apresurado por eso... en el fondo, tengo algo de miedo de que no le guste y termine decidiendo que no quiere esto. Sin embargo, creo que hasta ahora me ha manoseado lo suficiente como para decir que no se va a echar para atrás. Aunque él tampoco insiste en pasar más allá de eso... tenemos que hablar sobre ese asunto más seriamente, pero no hay tiempo suficiente.

—Me alegra que tus madres y mi padre vengan a casa, así podremos tener un momento a solas —me dice él, noche anterior a la llegada de todo el mundo, cuando estamos arreglando toda la comida en el refrigerador que ya no tiene espacio—. Incluso con tus amigos aquí, creo que seremos capaces de escaparnos un rato ¿No lo crees?

Él se recuesta del mesón de la cocina y tira de mi contra su cuerpo, me acorrala entre sus brazos. Furtivamente hecho un vistazo a Rose que juega en su silla de comer.

Blaze | Cavalcanti 2 |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora