Me siento en el piso junto a todos los regalos de navidad debajo del árbol y llevo a Rose entre mis brazos. Blaze se sienta frente a mí y todos los demás nos rodean, sentados en el sofá y los sillones. Alargo mi mano y tomo el primer regalo con el nombre de Rose en él y reviso el nombre de la persona que lo envió. Es un regalo de sus abuelas, por lo que decido abrirlo primero. Ella está muy emocionada por desgarrar el papel, así que la ayudo; cuando descubre que es un juguete con colores brillantes, lo primero que hace es ponerlo a prueba; se lo mete en la boca.
—Ahí vas otra vez —me río sacudiendo la cabeza—. Eso significa que le gusta.
—Una foto, a ver, dame tu mejor pose, bambina —Blaze apunta la cámara hacia ella, que se queda muy quieta, porque ha aprendido de alguna manera que cuando papá la apunta con una cámara ella debe estar muy quieta—. Eso es, que buena foto.
—Ahora, abramos uno de el abuelo... uno, porque trajo como siete —murmuro mirando las cajas apiladas que trajo el padre de Blaze—. Muchas gracias, señor Cavalcanti —le digo, volteando mi mirada hacia él.
—De nada, solo quiero lo mejor para mi hermosa nieta —afirma él con una sonrisa.
Mami le envía una mirada asesina.
—Presumido —masculla y má la golpea en el hombro, pero Enzo solo levanta la barbilla con un orgullo a pesar de que claramente la escuchó.
Ellos tienen una especie de rivalidad entre abuelos.
Abrimos unos cuantos regalos del abuelo que resultan ser más juguetes, ropa y accesorios. ¿Qué tanto le puedes regalar a una bebé después de todo? aun no puede jugar sola y aun así tiene un montón de regalos bajo el árbol, básicamente todo es para ella.
—Ella crecerá siendo muy mimada —dice Jessie mientras le pone uno de los gorritos de animalitos que él le compró—. Será toda una diva cuando crezca, tal vez quiera ser modelo, como tú eres diseñador, Dem... ¡Oh, déjame enseñarle el arte del maquillaje! Quiero ser su mentor —me pide él con emoción—. Planeo mudarme a la ciudad de cualquier manera ¡Podría ser su maestro en el arte del espectáculo!
—Decidí que cuando crezca, ella elegirá si quiere maquillarse o si quiere hacer deporte, modelaje o ambas cosas, hay que esperar a ver que decide —le advierto—. No te sientas mal si no le gusta el maquillaje y las cosas femeninas, planeamos apoyarla en todo lo que quiera hacer.
—Ow... —Jessie hace un puchero—. Bueno, estoy seguro de que cuando ella me vea actuar querrá ser tan fabulosa como yo, así que no me agobio, tendré mi oportunidad.
—Seguro que sí, Jessie —Ariel le palmea el hombro.
—¿No tendrán otro? —me pregunta Robin con una mirada de emoción—. Cuando tienes hermanos, es más fácil aprender a compartir ¿Sabes? Podrían darle una hermana a Rose, así ella no crecería siendo tan mimada... ¿Ven a Jessie? Es hijo único, por eso es tan egocéntrico.
—¿Qué dices? —Jessie espeta mirándola mal.
—Demian también es un claro ejemplo de eso —susurra Gael, que se encuentra en una esquina, con un paño sobre la cabeza porque tiene resaca.
—Es verdad —Esme asiente—. La niña necesita hermanos.
—Déjenme dar a luz a unos cuantos niños, entonces, justo ahora —bromeo sarcásticamente mientras trato de que Rose deje de gatear lejos de mi—. Rose con suerte conseguirá un perrito.
—Oh, ese era mi regalo para ella, lo han descubierto —dice Aldo, saliendo de la habitación en la que había estado metido intentando dormir—. ¿De qué raza lo quieren? ¿Grande o pequeño? Puedo conseguir de todo, soy parte de una de esas campañas que rescata perritos... me uní por error, pero al final me quedé.
ESTÁS LEYENDO
Blaze | Cavalcanti 2 |
RomanceEl pasado de Blaze era oscuro y su corazón estaba lleno de heridas, así que me propuse curarlo. Yo no sabía en lo que me estaba metiendo. Mientras más cosas descubría sobre él, sin importar que tan malas fueran, más atado y atraído me sentía hacia...