BLAZE.
Horas después del interrogatorio me encuentro de vuelta en casa esperando una llamada de los secuestradores, porque la policía está investigando y obviamente yo no puedo hacer más que esperar por una llamada de los secuestradores. Rose por suerte no está aquí, la envié con Jessie a casa de Harun y Odette, no puedo cuidarla mientras la furia y la impotencia corre por mis venas. Aldo vino a hacerme compañía, las madres de Demian fueron avisadas y han tomado un vuelo hacia Nueva York de emergencia. No sé cómo podría volverlas a ver a la cara si algo le sucede a su hijo por mi culpa... no dejo de preguntarme ¿Qué voy a hacer sin Demian? Cada vez que doy una vuelta alrededor de la casa pienso ¿Qué será de mí si no lo tengo a mi lado? ¿Cómo voy a criar a Rose yo solo? No puedo hacerlo sin él, lo necesito... lo necesitamos.
Jaul toca mi timbre por fin, luego de horas de haberlo llamado, él entra en mi casa cuando Aldo abre la puerta, seguido de mi madre quien luce totalmente mortificada y como si hubiese estado llorando.
—¿De qué sirven tus inútiles guardaespaldas, eh? —le espeto en la cara, acercándome a él, con toda mi rabia contenida, él no se inmuta, parece calmado, casi como si esperase esa reacción de mi—. Se llevaron a Demian de cualquier manera y solo bastó un golpe en la cabeza para dejar inconsciente al hombre que lo cuidaba ¿¡Y donde mierda estabas!? ¡Dina te llamó hace horas! ¿Crees que es fácil para mí todo esto? ¡Mi hija no para de llorar porque un hombre malo se llevó a su papi en frente de sus narices! ¿Dime que voy a hacer si algo le sucede? ¿Qué le voy a decir a Rose? ¡A sus madres! ¿Qué voy a hacer yo? No puedo vivir sin él... no puedo —mi voz se quiebra y mis lágrimas salen mientras tomo a Jaul de las solapas.
Ni siquiera sé por qué le digo todo esto, solo siento que tengo que sacarlo de mi pecho, gritar, culpar a alguien y exigir que Demian se me sea entregado de vuelta. No había experimentado esta sensación de desesperación desde que Bianca murió y sabía quién lo había hecho pero no podía decir nada.
—Bernardo... —mi madre se acerca a mí y con gentileza me obliga a soltar a Jaul, toma mis manos y las aprieta, subiendo una de sus manos hacia mi rostro para quitar mi cabello de mi frente—. Cálmate, solo un minuto ¿De acuerdo? Respira.
—No puedo, Dalila ¡No puedo! —espeto—. No lo entiendes...
—Lo entiendo y tú lo sabes mejor que nadie —ella me mira, sus ojos azules son intensos y de alguna manera me hacen sentir más calmado por dentro—. Escucha lo que Jaul tiene para decir ¿Vale? Todo va a estar bien... porque Demian es un padre y un esposo, tiene algo por lo que vivir y no importa lo que pase, lo soportará para estar de vuelta con ustedes, yo lo sé.
—No quiero que nada le pasa... —susurro.
—Bernardo —Jaul habla entonces—. Siento profundamente lo que está pasando, pero hay cosas que no podemos prevenir. Subestimamos el tipo de gente contra quien nos enfrentamos... estas personas tienen dinero, saben de ti más de lo que crees, son contratados por gente con mucho poder, han estado tramando esto desde hace tiempo y lo peor es que no quieren una recompensa, no hacen esto por dinero.
—¿Entonces qué quieren?
—Venganza —responde—. Y sabemos exactamente quien lo hizo.
—¿Es sobre Gennaro? —interrogo—. ¿Está relacionado con él?
—No directamente, pero algo de culpa sí que tiene —responde mamá—. Parece que aun muerte puede joderte la vida... pero acaba hoy, Bernardo —ella me pone su mano en mi mejilla para que voltee a verla—. Confía en nosotros, vamos a traer a Demian de vuelta, no tienes que preocuparte por ello.
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Blaze | Cavalcanti 2 |
RomanceEl pasado de Blaze era oscuro y su corazón estaba lleno de heridas, así que me propuse curarlo. Yo no sabía en lo que me estaba metiendo. Mientras más cosas descubría sobre él, sin importar que tan malas fueran, más atado y atraído me sentía hacia...