Misericordia

IV

Era una mañana fría, pero no tanto para que el cuerpo de Louis no pudiera acostumbrarse, ni siquiera tomó agua, simplemente se vistió y se fué.
En el camino pensaba... Pensaba tantas cosas, ¿qué si Harry lo despidiera cuando se canse?, ¿Si no le gustara su apariencia? Se quedaría sin nada, nuevamente. Se propuso a sí mismo aguantar todo lo que tenía que aguantar y cumplir todas las órdenes de su ahora jefe.

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-Ten cuidado con eso, no es una baratija como las que tú debes de tener- dijo el rizado refiriéndose a un jarrón que adornaba la pequeña mesa de cristal que estaba en el living
-Tengo mucho cuidado, no hay de qué preocuparse.-
-Realmente espero eso- acotó Harry.

Louis pasó toda su tarde limpiando el living de aquella hermosa casa, siempre con la vista de Harry encima de todo lo que hacía, lo regañaba cada dos palabras que decía, pero podía acostumbrarse a eso. A lo que no podría acostumbrarse nunca era su mirada en su cuerpo, cada que pasaba por su lado, Harry lo miraba de arriba a abajo, pero no de mala manera, sino con ¿lujuria? tal vez.

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Louis estaba por retirarse cuando escuchó la voz de Harry.
-Espera... Creo que si vas a venir a mi casa todos los días, al menos debería saber el nombre de mi empleado.-
-Mi nombre es Louis-Louis Tomlinson
-Perfecto, soy Harry Styles, supongo que ya lo deberías saber. Te veo mañana Louis.-
-Hasta luego-

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Louis llegó a su casa con una sonrisa menos fingida que el día anterior. Y su familia lo notó.

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