XXII

287 28 16
                                    

Los días, semanas y meses pasaron. Louis y Harry ahora vivían juntos, pero las cosas iban de mal en peor.

–¿A dónde irás?

–Voy con Liam, no llegaré tarde.

–¿Otra vez con él?

–Sólo iré a verlo Harry, no tienes de qué preocuparte.

–No lo hago, tú me confundes. Parece que ya ni siquiera deseas pasar tiempo a mi lado.– se acercó al más bajo.

–C-claro que no es eso, amor... Es que quiero tener a alguien más en mi vida que a mi esposo, y no lo tomes a mal, pero me estoy aburriendo de tener que pasar veinticuatro horas a tu lado.

–Lo entiendo.– agachó la cabeza. –Pero no puedo entender que quieras pasar más tiempo con él que conmigo, no quiero Louis.

–Sólo es un amigo, ¿puedes soportar eso, verdad?

–Vete.

–Te amo Hazz.– hizo puntas de pie y besó cortamente su nariz.

–También lo hago. Ten cuidado pequeño.




_





–Él ya no quiere que te vea.

–Lo sé, no le agrado, y eso es lo que me agrada de él.

–Ya no podemos vernos Li, al menos hasta que todo ocurra.

–No dejaré que eso pase, si es necesario iré a buscarte a la puerta de su casa para que vengas conmigo.

–No insistas, ya sabes como es Harry.

–Y tú sabes como soy yo.

–Bien, ya falta poco, ¿sí? no te alteres, no hay razón para hacerlo.

–Bien, me tengo que ir. Te amo.

–Te amo.



_




Louis caminaba hacia su casa con su esposo mientras pensaba en lo que se estaba por venir. Las cosas estaban pasando muy rápido y era muy notorio.
Amaba a Harry, de eso estaba seguro, pero ya no había vuelta atrás, todo había pasado en un abrir y cerrar de ojos.
Mientras tanto, Harry estaba en su habitación, volviendo al pasado en pensamientos, pensaba en aquellos hermosos recuerdos vividos con su pequeño, todo en aquél tiempo era de maravilla y ahora se había ido a la mierda. No comprendía la reacción de Louis tan repentina, ni su cambio tan drástico, pero estaba dispuesto a luchar por el amor de su vida, pase lo que tenga que pasar.
Se levantó de su cama cuando escuchó el ruido de las llaves en la habitación de abajo, dedujo que era Louis.

–¡Ya llegué amor!– gritó el menor.

–Lo noté.– dijo Harry con una leve sonrisa.

–Te extrañé, ¿sabes?– se acercó lentamente hasta llegar al pecho del mayor; para descansar su cabeza allí.

–Yo también lo hice, te tardaste mucho.

–Pero ya estoy aquí, bebé.

–Lo sé... No vuelvas a irte.– lo abrazó por la cintura y tomó su mentón delicadamente.

–Te amo.– acotó el moreno y besó sus labios.

–Te amo.– respondió sonriendo entre el beso.

MisericordiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora