Los chicos bajaron del auto y se dirigieron a un lujoso restaurante.
Éste tenía unos ventanales gigantes, pero hermosos. En cada mesa habían dos velas adornando, las sillas estaban cubiertas por una suave tela blanca. La luz era tenue, y todo se veía perfecto.
-Esto e-es hermoso, Hazz- acotó maravillado el castaño.
-¿Te gusta? Vendremos más seguido si es lo que deseas, amor- respondió el rizado.
-No importa donde estemos, mientras sea a tu lado, todo es maravilloso-
-Tú eres maravilloso.--
La noche pasó muy rápido. Ambos disgustaron la comida y ya iban camino a casa del mayor.
-Eso estuvo hermoso- dijo Louis.
-Ya es tarde amor, mañana temprano te llevaré a casa, no quiero que te quedes dormido. Recuerda que tú eres el responsable aquí.-
-No me quedaré dormido, vamos a dormir, estoy cansado-
-Voy a cambiarme y enseguida subo, tú también deberías hacerlo-
-Lo haré- obedeció.-
Louis subió a la habitación y se cambió para acostarse, en realidad sólo se puso su ropa y esperó sentado en una esquina de la enorme cama a Harry, no sabía muy bien qué tenía que hacer.
El más alto llegó y por unos segundos se encontraron, mantenían una guerra con sus miradas, eso les agradaba.
Louis se posicionó en un lado de la cama y Harry del otro, no era un momento muy cómodo para ninguno.
-Lou- se dignó a hablar el mayor.
-Hmm-
-Tú...¿quieres que seamos novios?- preguntó, intrigado por la respuesta del menor.
Louis se acercó y lo rodeó por el cuello. Las manos de Harry estaban en la cintura del castaño. -Es lo que más deseo, no te das la idea- respondió y lo besó. Se besaban sin ninguna otra intención. Se besaban para complementarse uno al otro. Se besaban porque se amaban. Se besaban porque estaban enamorados.
-Te quiero, y estoy seguro que puedo quererte más que esto- susurró entre el beso el más bajo. -Y yo a tí mucho más. Tú tienes esa cosa que me vuelve loco.-
-Buenas noches, amor.-
-Igual para tí.-Y así pasaron la noche, Harry fué la cuchara grande y Lou la pequeña, durmieron felizmente acurrucados uno con el otro. Los acogedores brazos del ojiverde se mantenían en la cintura del ojiazul.
-
-Buenos días- dijo el rizado y continuó dándole un tierno beso a Louis.
-Y el responsable era yo- se burló el pequeño. Al mayor se le escapó una leve sonrisa. -¿Dormiste bien?- cuestionó. -Dormí de maravillas, Harry.-
-Eso está bien para mí. Ánda, levántate que tengo que llevarte a casa, o tu madre me matará- jugó.
-¿Tú p-puedes esperarme abajo? Quiero ducharme y todo eso-
-Claro que sí amor, tómate todo el tiempo que creas necesario. Estaré allí y haré el desayuno.--
Louis salió de la ducha y se vistió rápidamente, sabía que no debía tardarse demasiado.
Bajó las escaleras y se encontró con Harry cortando manzanas en trocitos. La imagen le pareció muy divertida y tierna a la vez.
-¿Qué haces?-
-Hmm, bueno, dije que prepararía el desayuno. Es lo que estoy haciendo.- respondió entre bromas el rizado.
-Buenos días, mi amor- hizo puntas de pié para alcanzar los labios de Harry y depositar un corto y suave beso allí.
-Buen día, nuevamente bebé.-Los chicos desayunaron y arrancaron hacia su destino.
Cuando llegaron a la casa de Lou, el mayor frenó el auto.
-Te extrañaré, bonito- confesó
-También yo- le dijo a su, ahora, novio.
-Mañana vendré a buscarte a esta misma hora, y pasaremos todo el día juntos, ¿Sí? Te quiero Lou- le dijo y lo besó humedamente.
-Okay, te quiero aún más.-Harry esperó a que Louis entrara a su humilde casa, para luego poner en marcha su auto y volver a su apartamento.
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Misericordia
FanfictionDonde Louis tiene 18 años, es pobre y trabaja de niñero para mantener a su familia pero un día vé en el periódico un aviso para trabajar limpiando la casa de Harry Styles, un joven arrogante de 20 años que se la pasa de fiesta en fiesta y nada le im...