-No-puedo-dejarte- susurró entre el beso el más alto. -No lo hagas, n-no- respondió apenas el castaño. -No lo haré- dijo, y lo miró a los ojos. -No lo haré, ¿confías en mí? Me haces feliz, Lou, siento que me estoy enamorando de tí, y de todas esas pequeñas cosas.- confesó al fin. -También me haces feliz, me ayudas a seguir adelante Hazz, me encantas tú, todo tú- le dijo, mirándolo a los ojos. -Te quiero, y perdón si te digo que te necesito, pero no me importa, no le temo al amor. Tú me enseñas día a día lo que es el amor.- susurró, y eso fué todo para Louis, se abalanzó sobre él y comenzó a darle pequeños y tiernos besos por toda su delicada cara, Harry se derretía ante la imagen que tenía frente a sus ojos. Louis se veía tan tierno, pequeño y tan delicado, jamás podría lastimar tal tesoro y nunca dejaría que alguien lo dañara. De verdad se estaba enamorando.
-Quédate conmigo hoy, Lou.- rogó. -¿Te has vuelto loco?- cuestionó. -Tú me vuelves loco. Pero eso no es lo importante, sólo, quédate amor, porfavor- volvió a rogar en vano. -Tú sabes que hagas lo que hagas no puedo hacer eso Harry, no me tientes, perdón.- dijo avergonzado. -Yo hablaré con tu madre, le daré el dinero suficiente para alimentarse una semana y me arrodíllaré frente a ella si eso es lo que necesito. Déjame hacerlo, ¿sí?- agregó. -Jamás va a ceder, créeme.-
-Déjame intentarlo, házlo- pidió. -No puedo negarme a tus peticiones, haces que me derrita ante tus palabras.-
-Eres mi dulce criatura, haría cualquier cosa por tí.--
Louis subió al lujoso auto del mayor, quedó sorprendido y a la vez encantado con éste mismo.
Pero algo lo estaba incomodando, estaba nervioso por lo que iba a pasar, aunque era algo mínimo, apenas un detalle, pero nunca intentó algo parecido.
-¿Qué le dirás a mi madre?- preguntó curioso por la respuesta.
-Sólo la convenceré de alguna manera, no hay de qué preocuparse, Lou, tranquilo.-
-Estoy tranquilo, sólo que...- suspiró- nunca me ha pasado, nunca alguien hizo algo por mí. Y esto es por mi felicidad, por nuestra felicidad Harry- confesó. -No te preocupes amor, enserio.--
Llegaron a su destino, la casa de Louis.
Harry observó al pequeño y por un segundo lo notó avergonzarse, y estaba claro.
Lo tomó de la barbilla y miró sus ojos preocupados.
-Deja de perseguirte Lou, no es como si fuera a pedirle tu mano a tu madre.- dijo en un tono gracioso.
-No es eso, bueno, también lo és, pero... Tan sólo, mi casa no es... -lo interrumpió- No puedes decir eso, no lo hagas, si estoy contigo es por tí y no por lo que tienes alrededor, ¿sí?. Ahora ven, que si seguimos aquí dentro nunc... -ahora Louis lo interrumpió- ¿Estás conmigo? es decir, ¿estamos juntos?- cuestionó
-¿eso es lo que quieres?-
-Sólo quiero aprender a ser felíz, pero a tu lado-
-Seremos felices juntos, ¿me estás escuchando? Quédate conmigo y prometo cuidarte y ayudarte siempre- afirmó.
-Te quiero, Hazz.- habló. -Te quiero más, bebé- sonrió.Ambos bajaron del auto. Harry iba seguro de sí mismo y Louis... Louis estaba siendo Louis.
Unos leves golpes en aquella humilde puerta bastaron para ver la imagen de Jay abriéndoles, y recibiendolos con una hermosa sonrisa.
-¡Enhorabuena! Tú debes ser Harry, ¿cierto?- acotó Jay, mirándolos con cierto entusiasmo.
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Misericordia
FanfictionDonde Louis tiene 18 años, es pobre y trabaja de niñero para mantener a su familia pero un día vé en el periódico un aviso para trabajar limpiando la casa de Harry Styles, un joven arrogante de 20 años que se la pasa de fiesta en fiesta y nada le im...