Misericordia

XIII

Cuatro hermosos meses habían pasado desde que Harry y Louis eran novios oficialmente.
Todo era hermoso, las cosas salían perfectas sin ser planeadas.
Harry, por un lado, había dejado de salir de fiesta y dedicaba sus noches a dormir al lado de su pequeño ángel, obviamente sólo cuando Jay se lo permitía. Éste también, le había obsequiado a Louis un teléfono celular, con la excusa de que no podía estar sin él, y quería mantenerse en contacto 24/7 con su Lou.
Louis, por otro lado, seguía asistiendo al apartamento de Harry diariamente, con la excusa de que iría a limpiar, pero el mayor se encargaba de limpiar la mayoría de las partes, y Lou sólo hacía un diez porciento. Éste seguía cobrando su paga, pero directamente se la entregaba toda a su madre, ya que a él, el rizado lo mimaba mucho y le daba todo. Louis pudo comprar muebles para su casa, también compró una hermosa cocina y una alcanzable heladera, de a poco todo iba mejorando.

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-¿Sabes qué, Lou?-
-¿Con qué locura saldrás ahora?- se burló.
-Eres un aburrido, ahora no te diré nada.- dijo el mayor con un finjido puchero en su cara.
-Ya, dime amor-
-Quiero que tu familia venga a cenar aquí, conmigo, con nosotros-
-Eso es un hermoso gesto de tu parte, Hazz- acotó con cierto brillo en los ojos que sólo el más alto provocaba.
-Entonces iremos ahora, le avisaremos a tu mamá y a tus hermanas, luego iremos de compras ¿Qué querrán cenar?¿Y si mejor pedimos delivery?- cuestionó un poco alterado.
-Hazz, amor, sólo cálmate ¿sí?, tanto mi familia como yo, es muy humilde, no tienes de qué preocuparte. Recuérdame. Sólo iremos a comprar la cena de hoy y nada más. Comeremos lo primer comida que te cociné, ¿recuerdas?- dijo tranquilizandolo.
-¿Cómo podría olvidarlo? Fué lo más delicioso que alguna vez había probado Lou. Pollo al horno relleno de queso mozzarella, envuelto en jamón de parma, con un poco de puré de papas cacero.-
-Fué mi primera experiencia, ¿sabes? Y fué para tí-
-También fuiste mi primer experiencia Lou, eres mi primer amor, ¿lo sabes?- le señó para que suba a su regazo. Lou obedeció.
-También lo eres, sabes todo lo que siento por tí. Eres mi primer y único amor, Hazz.- dijo, tomándolo del cuello, con cierto miedo a caerse de las piernas del mayor. Éste último lo sostuvo de la cintura para que nada ocurriera.
-Te amo, Lou. Te amo y quiero gritarle al mundo cuanto me transformaste-
-También te amo, te amo, te amo, te amo muchísimo más de lo que piensas. Lo hago, siempre estarás en mi corazón, Harry Styles. Nunca lo dudes.- susurró el pequeño que ahora se encontraba entre esos brazos que tanto amaba.
-Te amo- dijo Harry por última vez y lo besó apasionadamente.
La lengua del mayor iba recorriendo cada espacio de la boca de Louis, éste sumiso, sólo se dejaba llevar. Lo levantó y el castaño, rápido enredó sus piernas en la cadera de Harry, estaban hambrientos del otro, eso estaba claro.
-Eres mi escándalo- susurró entre besos el rizado.
-soy tu escándalo- respondió el menor.
Harry lo recargó contra la pared mientras su lengua y boca recorrían cada espacio del cuello de aquél. Louis suspiraba grave y un gran bulto muy molesto se estaba formando en sus pantalones. Por supuesto el mayor no se quedaba atrás. Estaban desesperados.
-A-a la cama, va-vamos allí, Hazz- rogó entre suspiros.
El ojiverde obedeció rápido y lo cargó hasta su habitación, lo acomodó en la cama y sus labios comenzaron a rozar todo el cuerpo del menor. Louis estaba que explotaba si no liberaba su erección.
Manos torpes y resbalosas intentaron desabotonar la camisa del otro, nadie sabe cómo lo lograron, pero lo hicieron.
Harry liberó a Louis dejándolo desnudo, sólo lujuria había en sus ojos. Se desnudó asímismo, las piernas bronceadas del pequeño lo rodearon, los leves gemidos que llenaban la habitación lo cegó completamente.
-Esp-p-pera, protección- habló apenas.
-S-ssi-
Harry bajó rapidísimo de la gigante cama y buscó un condón en su cajón, lo logró abrir con los dientes y pasó a colocarselo. Continuó besando humedamente a Lou, mientras lo masturbaba.
-¿seguro q-que quieres est-to?- preguntó
-Sólo hazlo, Harry-
Colocó tres dedos en la boca de Louis para que éste los chupara, en cuanto los sacó, siguió masturbándolo y colocó un dedo en la rosa entrada de aquél.
Sintió un leve ardor, pero algo soportable, las realmente buenas manos de Harry lo volvían loco, en definitiva, el rizado lo llevaba a otro mundo. Sintió otro dedo colarse en él, el mayor iba lento mientras le regalaba unos cuantos besos que el menor disfrutaba demasiado.
Sintió un tercer dedo en sí, y sólo siguió.
-T-te neces-sit-ahh- gimió
-Ya amor-
Harry retiró lentamente sus dedos, y prosiguió agarrando su pene, metió la punta y lento fué metiendose. Gozaba escuchar a su pequeño gemir su nombre, lo gozaba demasiado.
Esperó dentro a que las paredes del ojiazul se acostumbraran. Unos segundos más y comenzó a embestirlo lenta y deliciosamente, ambos estaban disfrutando al máximo el placer del momento. Sus gemidos llenaban el cuarto. Las manos del pequeño estaban fuertemente agarrándose de las sábanas, el placer los consumía, Harry tiró la cabeza hacia atrás. Nunca había disfrutado tanto un polvo.
-Ahora bésame tonto- dijo y Louis se le colgó de los hombros, besandolo como nunca lo había hecho.

Harry salió de su pequeño lentamente y se recostó a su lado, las sábanas tapaban sus desnudos cuerpos ahora unidos.
-Te amo.- declaró el menor, tomándolo de las mejillas.
-Te amo.- afirmó, posicionando sus manos en la espalda baja del contrario.

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Éste capítulo tenía que haber sido subido ayer, ya que, fué 28.
Pero por motivos x no pudo ser así, y acá estoy.
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