Capítulo 20

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-DIAS MAS TARDE-

Luego de aquella vez de ver a Kwangmin, no lo he vuelto a ver. Me había levantado temprano para ir a la universidad para volver a matricularme para terminar mis estudios en psicología. Terminando de ponerme un poco de maquillaje, escuché a una de las sirvientas tocar la puerta.

EK: Adelante – respondí

La sirvienta entró para notificarme que el desayuno estaba servido. Agradecí y notifiqué que iría en unos minutos. Sin más nada que decir, la sirvienta salió y yo terminé de aplicar lo que estaba aplicando de maquillaje. Seguido, una vez que terminé me levanté y salí para bajar a tomar ligeramente el desayuno. Allí estaban todos, hasta la cara indeseable de Raquel. Ignorando todo lo que me molesta, me senté y saludé al abuelo.

EK: Buenos días abuelo – saludé

Abuelo: Buenos días a la niña más hermosa – respondió sonriente

Sonreí y tomé la cuchara para comer de la avena. Lentamente me fui satisfaciendo y me levanté.

EK: Iré a la universidad – notifiqué

Abuelo: Esta bien, ve con cuidado – respondió

Sin mirar a mas nadie, salí y pedí que tuvieran el auto listo para mi salida. Mientras subía a buscar mi cartera y corroborar que mi maquillaje estuviese intacto, salí para dirigirme a la puerta principal de la casa. Abrí y miré aquel auto blanco estacionado junto al chofer esperándome.

Chofer: ¿Estas listas, señorita? – preguntó

Asentí y seguido el chofer abrió la puerta trasera del auto y me invitó a subir. Subí y miré al chofer caminar rápido para luego subirse también al auto.

Chofer: ¿A dónde vamos? – preguntó

EK: A la universidad de Seúl – respondí

En el trayecto me preguntaba mil cosas, si la universidad seguirá igual y si aquellos profesores que me dieron clases siguen dando clases. Estaba emocionada de pensar en que retomaré mis estudios. Una vez que llegué a la universidad, bajé del auto y miré aquel lugar. La fachada era la misma, pero a la vez se sentía diferente. Posiblemente la experiencia que viví este pasado último año me han hecho crecer y ya no veo las cosas como una vez solía ser. Antes de entrar, le ordené al chofer que viniera por mí en dos horas. Esperaba tener todo listo en dos horas, por lo que no perdí mucho tiempo en darle explicaciones al chofer. Caminé hasta las oficinas que debía hacer las gestiones para ser readmitida en la universidad. Entre papeleos y de oficina en oficina logré lo que quería, ser readmitida para estudiar lo que tanto me apasiona. Una vez que terminé todo y elegí los cursos para el inicio del próximo trimestre, decidí caminar un poco por los alrededores de la universidad. De camino hacia donde está el teatro me detuve a pensar. En este lugar fue que conocí a Kwangmin, aquí fue donde inició mi gran dolor de amarlo y no poder aceptar este sentimiento. De solo recordar que fue él quien me rompió el corazón de la manera más vil y cruel desearía poder poner en marcha mi plan de venganza contra él, pero mi corazón me dice mil veces que no lo haga porque me voy a arrepentir. En esos momentos también pensé en la última vez que lo vi. Su sonrisa, su tono de voz, sus tonterías, su presencia, su aroma me hacían enloquecer y me dan ganas de rendirme. Lentamente seguí caminando y llegué hasta los lugares que solía pasar con quien un día fue mi mejor amiga. Una vez que recorrí los lugares donde tuve buenos recuerdos que luego se transformaron en tristes recuerdos, decidí salir de la universidad. De camino a la salida escuchó que alguien me llamaba. Volteé a ver y allí vi a Min Ah. Con disgusto permití que se acercara.

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