Capítulo 32

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-NARRA KWANGMIN-

Quería pasar un día con ella, quería recordarle todo el tiempo que la amo, quería demostrarle que la amo y quería ser su única compañía. Tenerla entre mis brazos, demostrándole una vez más con mi cuerpo lo que siento por ella, me hizo sentir desesperado. Quiero siempre tenerla para mí, que siempre me vea a mí, quiero algo más que lo que tengo con ella. Quiero que sea mi esposa, la madre de mis hijos y la que me vea envejecer. Luego de hacerle el amor, de demostrarle que la amo con mi cuerpo, la dejé reposando entre mis brazos. La acaricié lentamente su rostro que parecía dormido.

KM: ¿Tienes sueño? – pregunté

EK: Un poco – respondió

KM: Duerme, yo me quedaré aquí cuidándote y observándote – respondí

EK: ¿No te importa si duermo entre tus brazos? – preguntó

KM: No – negué

Eun Ki se acomodó entre mis brazos y rápido se quedó dormida. Es la primera vez que duerme junto a mi luego de terminar de hacerle el amor. Lentamente me fui quedando dormido mientras ella estaba entre mis brazos. Una hora más tarde, desperté y aún seguía dormida. Sin hacer mucho ruido para no despertarla, me levanté y puse mis ropas. Salí a mirar la hora que era y era momento de que Eun Ki se regresara a la mansión. Aun no quería que Donghyun hablara con ella y fui a despertarle.

KM: Eun Ki – llamé su nombre

Lentamente fue abriendo sus ojos. Se notaba que de verdad estaba muy cansada, pero quería que se regresara.

EK: Dime – respondió dormida

KM: Debes regresarte a la mansión, pronto los demás van a llegar – respondí

Con lentitud se levantó y se puso de nuevo sus ropas. Llamó al chofer para pedirle que viniera rápidamente a buscarla. Una vez que estuvo lista para regresarse, se despidió de mí.

EK: Mañana no podré irte a despedir en el aeropuerto, pero quiero que sepas que te amo y que te voy a extrañar mucho en este tiempo. Te voy a estar esperando y te prometo que pasaré el día contigo – dijo

KM: Quiero verte, así se lejos, aunque no te pueda tocar – respondí

EK: ¿Quieres que vaya? – preguntó

KM: Si – respondí

EK: Entonces estaré ahí, aunque no te pueda tocar – respondió

KM: Júramelo – respondí

EK: Te lo juro – respondió

Antes de dejarla ir ya que el chofer le llamaba a su teléfono, me acerqué y le besé como si fuese nuestro último beso. Aún quedaban un par de minutos por tenerla cerca, y ya me afectaba la idea que no la iba a tener por el tiempo de un mes.

KM: Te amo – susurré al separarme de sus labios

EK: Te amo, te amo – respondió

Lentamente y con mucho trabajo la dejé ir. Al verla irse me sentí muy desesperado. Mañana iba a tener la corta posibilidad de verla, aunque no tocarla. Me hacía sentir frustrado que desde hoy no iba a poder tenerla, verla ni hacerle el amor.

-NARRA EUN KI-

Me pesó tanto despedirme de él, pero me quedaba la esperanza de que lo iba a volver a ver. Al regresar a la casa, me dirigí a mi habitación para ducharme y luego irme a descansar. La mañana siguiente fue obvia y en lo primero que pensé fue en que Kwangmin debe estar preparándose para salir. De solo pensarlo me hacía sentir desesperada. Me levanté para alistarme ya que debía ir saliendo de la casa si quería ver por unos cortos minutos a Kwangmin antes de salir a Japón. Una vez que estaba lista, bajé y pedí que preparan el auto. No comí el desayuno como suelo hacer todas las mañanas ya que tenía prisa y ni se diga las náuseas que sentía de solo pensar en el desayuno. Durante el camino me empecé a sentir ansiosa, y lo hice notar.

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