Capítulo 25

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-UN MES MAS TARDE-

Un largo tiempo ha pasado desde que me di una segunda oportunidad con Kwangmin. Tengo que resaltar que ha sido muy cariñoso y atento conmigo. Aunque casi no nos hemos podido ver, pero me siento feliz a su lado. Recién iniciaron las clases y me había levantado temprano ya que había una conferencia antes de entrar a clase y quería ir allá ya que el tema me parecía super interesante. Mientras me preparaba, mi teléfono sonó.

KM: Buenos días a mi hermosa novia – dijo sin dejarme responder

EK: Buenos días – dije después de reírme

KM: ¿Qué haces tan temprano despierta? – pregunto

EK: Hay una conferencia sobre un tema que me interesa y deseo ir – respondí

KM: ¿A qué horas sales de clase? – preguntó

EK: De receso a las once y salgo a la una de la universidad – respondí

KM: ¿Puedo ir a verte a tu hora de receso? – preguntó

EK: Si, quiero verte – respondí

KM: Te extraño hermosa – respondió

EK: Te extraño igual – respondí

Llevo casi una semana que no lo veo y los antojos de verlos se hacen más grandes con el paso de los días. Nos despedimos luego que le dije que iba a desayunar antes de salir. Prometimos vernos en mi hora de receso y finalizamos la llamada. Bajé luego que terminé y me presenté al comedor. Comí mi desayuno y me extraño no ver al abuelo, pero tampoco pregunte. A lo mejor decidió quedarse descansando un poco más en la habitación ya que es un poco temprano. Una vez satisfecha, me levanté para dirigirme a mi habitación. Antes de subir las escaleras, llamé al chofer y le ordené que tuviera listo el auto. Seguido subí a mi habitación para buscar mi mochila. Bajé para dirigirme a la entrada de la mansión y subir al auto. En el camino a la universidad, pensé que cosas podía hacer en el tiempo que estaré con Kwangmin, pero nada venía a mi cabeza. Solo quería sentarme y mirarlo un largo rato sin decirle nada en específico. Además, quería tener un delicioso almuerzo junto a él. Luego de tantos días sin verlo y tener que conformarme con escuchar su voz por unos cortos minutos me emocionaba saber que lo voy a volver a ver. Mis pensamientos fueron interrumpidos cuando el chofer me avisó que ya habíamos llegado. Miré a mi alrededor y eran aquellos lugares que un día recuerdo que fueron tristes para mí y que ahora tengo esperanza de que serán felices. Bajé del auto y notifiqué al chofer que almorzaré en algún restaurante cerca. El chofer no se opuso y prometió venir a recogerme a la una de la tarde. Rápido entré a la universidad y me dirigí con rapidez al lugar de la conferencia. Faltaban cinco minutos para que iniciara y no quería perderme nada. Al llegar presenté mi boleto de acceso y me dejaron entrar. Me ubiqué con rapidez en el primer lugar que encontré vacío y puse atención a lo que estaba sucediendo en aquel lugar. Una vez que el conferenciante empezó más atención presté. El tiempo pasó como si tuviese prisa y la conferencia estaba llegando a su final. Sus últimos comentarios me hicieron recordar lo que pasé luego de la muerte de mi madre.

Conferenciante: Las malas situaciones solo son experiencias positivas para el que las pasa, la persona pesimista se hundiría en el lodo, mientras la positiva salé vencedor de sus circunstancias. Las experiencias que se te aparecen dependen de como la veas – con eso se despidió

Rápido nos paramos y aplaudimos su excelente charla. Rápido desocupamos el lugar para regresarnos a clase. Me dirigí al salón de la primera clase del día para allí sentarme a esperar al profesor. Mientras leía las notas de la pasada clase, escuché mi teléfono sonar avisando la entrada de un mensaje.

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