Capítulo 45 - Capítulo Final

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Al llegar a la casa, rápido hice un poco de almuerzo para alimentar a Min Ki y yo comer. En el tiempo que estuve despierta, limpié un poco y luego cuando noté cansado a mi niño le di una botella de leche y lo dormí. La tarde se acercaba con rapidez y decidí hacer algo sencillo para cenar. Terminando de cocinar, vi a Kwangmin entrar por la puerta principal. Mi sonrisa de felicidad fue automática y no dudé en saludarle de vuelta.

EK: Bienvenido – dije sonriente

KM: Estoy de vuelta amor – respondió

Rápido se acercó a mí y me tomo por la cintura.

KM: Te extrañé – dijo

EK: Yo igual – respondí

Me volteé a mirarle y sonriente le juré por lo más sagrado que lo amo más de lo que él se imagina. Un cálido beso dijo su sentir sobre lo que acaba de decirle y me entregué en ese beso hasta que nuestro amor fuese expresado. Separé mis labios y lo miré con todo el amor que sentía por él en esos momentos.

EK: Te amo – susurré

KM: Yo te amo mas y cada vez más, te amo preciosa – susurró

Un ligero beso volvió a expresar nuestro sentir. Al separarnos recordé que recién terminaba de cocinar la cena y quería aprovechar mientras está caliente.

EK: Se va a enfriar la cena – dije

KM: Es verdad, comamos – respondió

Con su ayuda servimos en platos y comimos hasta estar satisfechos. Sentados aun en la mesa, nos quedamos hablando hasta que entró el tema del género de nuestro bebé. Quería esperar a estar juntos en la noche, pero a la curiosidad de Kwangmin ser grande no me callé más.

KM: ¿Se pudo ver que será nuestro bebé? – preguntó

EK: Si – respondí

Callados nos quedamos mirándonos uno al otro. Kwangmin intentó adivinar mi mirada, pero volvió a preguntar.

KM: ¿Se pudo? – pregunto

EK: Amor, si ... es ... - dije para ser interrumpida

KM: ¿Es una niña? – preguntó

Mirándolo asentí para ver rápido su reacción de felicidad. No dudo en levantarse y acercarse.

KM: ¿No me mientes cuando dices que es una niña? – preguntó

EK: No mi amor, estoy diciendo la verdad. Esperamos una niña – dije

La sonrisa de felicidad era tan evidente en su rostro que no pude evitar estar igual de feliz que él. Hemos pasado por tanto que ahora que podemos disfrutar de la felicidad, solo nos resta esperar la llegada de nuestra hermosa niña. Luego de celebrar la felicidad de que tendremos una niña, fui a lavar los platos y trastes que usamos. Al terminar, junto a Kwangmin me senté y allí juntos planeamos darle nombre a nuestra hija.

KM: ¿Que nombre te gustaría ponerle? – preguntó

EK: Quiero ser justa contigo, no tuviste la oportunidad de hacer esto con Min Ki y quiero que seas tu quien elija el nombre de nuestra princesa – dije

KM: Quiero que lo elijamos los dos – contradijo

EK: Mi Suk – pregunté

KM: Suena bonito – respondió

EK: Mi Hwa – pregunté

KM: Este suena mucho más bonito – dijo

EK: Entonces Mi Hwa – respondí

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