Capítulo 24

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Capitulo 24

Había quedado en verme con Kwangmin a las tres de la tarde en un pequeño establecimiento de bebidas frías. Aun es verano y el calor sigue siendo bastante insoportable. El reloj marcaba cerca de la una de la tarde. Debía ir preparándome, quería lucir hermosa y busqué mis mejores atuendos. Saque tres posibles atuendos; un vestido azul cielo, una camisa blanca y una falda rosada y un pantalón corto negro. Estaba indecisa ya que ninguno de estos atuendos había usado anteriormente. Pero primero me fui a duchar para luego decidir que ponerme. Entre mirar y buscar lo que mejor me quedaría, decidiéndome por el vestido azul. Rápido me vestí y me apliqué un poco de perfume. Arreglé mi cabello y apliqué maquillaje. Seguido tomé mi cartera y salí de mi habitación. Bajé y rápido le pedí al chofer que preparara el auto para mi salida. Emitiendo mis instrucciones, Raquel rápido apareció a cuestionar.

Raquel: ¿A dónde vas? – preguntó

EK: Que te importa – respondí

Seguí mi camino hacia la puerta principal de la casa y allí Raquel me detiene.

Raquel: Te vas a ver con él, ¿verdad? – preguntó

EK: No te tengo que dar explicaciones – respondí

Raquel: Es mi novio – insistió

Seguí mi camino y esperé afuera. Raquel no se rindió y salió detrás de mí para seguir reclamando.

Raquel: Kwangmin es mi novio y nada te da derecho a que te metas en mi relación. Además, estamos comprometido – dijo

EK: Ya te fui clara, Kwangmin no te ama y estaba contigo por despecho. El me ama a mi y yo lo amo y él termino contigo por las buenas. Además, que tú te metiste primero entre nosotros a crear cizañas – respondí

Raquel: Esto no se va a quedar así – dijo

EK: Esperaré tu golpe con tal de hacer daño – respondí

En ese momento llegó el chofer con el auto. Dejándole la palabra en la boca, caminé y me subí al auto. Rápido le di las indicaciones al chofer y se dirigió a donde le dije. Durante el camino me sudaban las manos y no podía negar que estaba nerviosa. El tiempo se me hizo eterno y a la misma vez se me hizo rápido. Cuando llegué, ya él estaba esperándome. Lo pude ver desde el auto ya que se sentó en una mesa cerca de la ventana de cristal. Suspiré y me llené de energía para salir y acercarme a él sin desmayar ni me temblara la voz. Rápido me acerqué a la tienda y le di instrucciones al chofer que no viniera por mi hasta que le llamara. Luego entré y me acerqué rápidamente a la mesa donde estaba Kwangmin.

EK: Ya llegué – dije tímidamente

Kwangmin estaba jugando en su celular y rápido alzo su mirada. Sus ojos se fijaron en mi haciéndome sentir nerviosa.

KM: Te ves hermosa – fue lo primero que dijo

Mas sonrojada no podía estar. Rápido se paró y se acercó a ayudarme a sentarme. Estábamos frente a frente y no podía dejar de sentir mis manos temblar. Mis nervios eran evidentes, pero estos nervios son mis ganas de gritarle que quiero empezar de cero con él, que no me arrepentiré si nada se da como quiero, pero quiero intentarlo.

-NARRA KWANGMIN-

Se veía tan hermosa, tan perfecta. No podía quitarle la mirada de encima, necesita admirarla y para poder recordarla necesito mirarla lo más que pueda.

KM: ¿Quieres tomar algo? – pregunté

Estaba haciendo mucho calor y quiero lucir como el chico que un día conoció, aquel chico atento a ella.

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