Capitulo 17
-UN AÑO MÁS TARDE: NARRA EUN KI-
Estaba sentada leyendo un libro mientras tomaba una deliciosa taza de café que solo la señora Edna sabe hacer. Justo cuando tomo un sorbo aparece el chofer para avisarme que el auto estaba listo. Cerré el libro y me levanté.
EK: Gracias por la taza de café de este ultimo año – dije
Seguido me dirigí por el camino de la salida de la casa para ir hasta el auto. Nos dirigíamos al aeropuerto de Nueva York para tomar mi camino de regreso a Corea del Sur. Durante el camino al aeropuerto seguí con mi lectura. Una vez ya en el aeropuerto, me bajé y me dirigí a tomar mis maletas. Me despedí y le di las gracias al chofer por este ultimo año. Ahora que lo recuerdo, cuando llegue aquí estaba muy rebelde y muy dolida por todas las cosas que pasaron y como pasaron. Y ahora regreso al lugar donde todo pasó y lo que me trajo tanto dolor. Pues mi abuelo mejoró mucho de su condición y hasta los médicos no se explican cómo pudo levantarse de aquella cama cuando los pronósticos no eran muy alentadores, y él mismo me mandó a buscar. Entré a los adentro del aeropuerto y me dirigí a entregar mi maleta y luego a esperar a ser llamada para abordar el avión que me llevará de regreso. Una vez que escuché el aviso que podemos abordar el avión, me dirigí a donde debía ir para tomar el avión. Durante largas horas de viaje pensé en muchas cosas, entre ella estaba Kwangmin. También pensaba en cómo enfrentar a la esposa del abuelo, ella tampoco no es muy amable conmigo y siento que ella me odia. Además que presiento que me encontraré a Kwangmin con Raquel muy rápido. Solo deseaba tener las fuerzas para enfrentar todo lo que se me avecina. Una vez que llegamos a Corea, me bajé del avión y al salir me encontré con el chofer de la familia.
Chofer: Bienvenida, señorita – hizo una reverencia
EK: No es necesario que hagas una reverencia – hablé en desacuerdo
Chofer: Mi deber es servirle a la familia Jedal y deberle un respeto – contradijo
Suspiré por no complicarme la vida ya que me parecía un chofer terco. Ambos nos dirigimos al auto. Subí al mismo y luego que el chofer hizo lo mismo, nos dirigimos a la casa. Allí solo mi ansiedad aumentó, pues estuve un año tranquila y libre de preocupaciones. Entre a los adentros de la casa y luego me encontré con la servidumbre quienes me daban la bienvenida. Caminando hacia la gran sala me encontré con una de las mejores sorpresas. Mi abuelo estaba sentado en un sillón de ruedas esperando a que llegara. Me acerque rápidamente hasta él y le saludé.
Abuelo: ¿Como ha estado la niña más hermosa de Corea? – estaba muy feliz
EK: Te ves muy bien – ni siquiera respondí su pregunta
Abuelo: Todo es porque mi linda nieta regresó a casa – respondió
EK: Abuelo – apenas pude decir eso
Me sentía como en casa, me sentía feliz y aunque sé que posiblemente me enfrente a desafíos grandes, el solo tener a mi abuelo conmigo hacia que mis cargas bajaran.
Abuelo: Hay un delicioso almuerzo preparado para ti – dijo
EK: ¿De verdad? – pregunte emocionada
El abuelo asintió y me acompañó al comedor a comer ese almuerzo que mi abuelo con tanto esfuerzo ordenó a cocinar solo por mi llegada de regreso a Corea del Sur. Comí todo de todo lo que había en la mesa ya que en verdad extrañaba la comida coreana. Luego de comer me dirigí a mi habitación a descansar. El viaje fue largo y necesitaba un pequeño descanso. Antes de acostarme, me dirigí a quitarme el maquillaje que traía puesto y me lavé la cara. Luego me dirigí a donde está mi cama y quité las plataformas que traía puesta. Me acosté en la cama y allí lentamente me quede dormida. Al despertar todavía el cielo estaba claro y cuando volteo a mirar el reloj era a penas las cinco de la tarde. Había dormido mucho pero creí que me había despertado demasiado tarde. Me estiré en la cama, luego me levanté y puse mis zapatos. Abrí la puerta y escuché de una de las habitaciones a la esposa del abuelo pelearse con alguien. Me asomé y tomando el atrevimiento escuché lo que decían.
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Together
Fiksi PenggemarEl amor no mira a quien cuando quiere unirte con alguien. Un amor desafortunado hará que lloré hasta perder el aliento, pero el destino tenia otra jugada para él y para mi. Al final podré decirle que estabamos destinados, que al final el destino nos...