Capítulo 31

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-UN MES MAS TARDE-

A pesar de que Kwangmin y yo estamos en aprietos, Kwangmin logró convencerlo de que algún día hablaré con él. Tengo miedo de que todo salga a la luz pública, pero hay una historia que contar y la hemos mantenido en secreto solo porque en verdad no queremos que salga a la luz lo nuestro. Era mitad de semana y ya me empezaba a sentir cansada. Últimamente me he sentido bastante cansada, pero siendo sincera esta última semana los profesores se han vuelto locos asignando trabajos y exámenes. Recién llegaba de la universidad, lo primero que hice fue bañarme y ponerme ropas más cómodas. Mientras me acomodaba en mi habitación, llamaron detrás de la puerta.

Sirvienta: Ya la cena está preparada, el señor le ha mandado a llamar – anunció

EK: Estaré allí en unos minutos – respondí

Guardé mis libros de nuevo en la mochila y salí de la habitación. Bajando por las escaleras para dirigirme al comedor, me sentí un poco mareada y casi caía bajando los últimos escalones. El chofer que estaba recién saliendo de sus horas de trabajo me vio y me ayudo a no caer.

Chofer: ¿Se encuentra bien, señorita? – preguntó

EK: Si, solo que estoy un poco mareada – respondí

Chofer: ¿Has estado durmiendo bien? – preguntó

EK: No, me he sentido un poco estresada debido a los exámenes de la universidad – respondí

Chofer: Entonces la ayudaré a ir a la mesa para que comas algo y luego descanses – dijo

EK: No hace falta, puedo ir sola, gracias – respondí

El chofer insistió en acompañarme, pero si lo hacía preocuparía al abuelo y no quiero crearle más tensiones ni problemas de los que ya tiene con tener que convivir con la abuela. Agradecí nuevamente la ayuda del chofer y rápidamente me dirigí al comedor para comer la cena junto al abuelo y la abuela. Raquel y su madre estaban sentadas en la mesa mientras comentaban algo sobre Kwangmin. No presté atención porque sé muy bien que lo hacen solo para llamar mi atención y lograr saber más de lo que deberían saber. De momento empecé a sentir fuertes nauseas al comer un poco de la comida. Me levanté rápidamente y caminé al baño más cercano. Vomité lo poco que alcancé a comer en el día de hoy y todo lo que comí esta semana. Luego de vomitar y sentirme mejor, me regresé a la mesa. El abuelo se veía preocupado y no tardó en preguntar si me pasaba algo.

Abuelo: ¿Estas bien? – preguntó

EK: Parece que lo que almorcé me cayó mal, no me siento bien del estómago – respondí

Abuelo: Te deberías tomar un té, te ayudará a que te sientas mejor – dijo

EK: Estoy bien abuelo, ya se me pasara – negué tomar un té

Pedí que solo me trajeran un vaso de agua. Tomé del vaso con agua y luego me regresé a la habitación. No tardé mucho en decidir irme a dormir, pero no sin antes responder al mensaje de Kwangmin.

KM: ¿Ya estás en tu habitación? – preguntó

EK: Si, pero no me siento bien – respondí

KM: ¿Que tienes? – preguntó rápido

EK: Me duele la pansa, vomité lo que comí en la cena y tengo nauseas. Parece que me voy a enfermar – respondí

KM: Entonces descansa, hablamos mañana – respondió

EK: Te amo – respondí para despedirme de él

KM: Te amo hermosa – respondió

EK: Hasta mañana y que descanses – respondí

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