Capitulo 20
Me sonrojé color carmesí al ver entrar a esa joven,pero..¿Quien era?
—Lo siento hermano yo...no sabia que tenias companía...—Dijo la joven mirandome y sonriendo levemente de una manera tierna.
Bueno,es su hermana,al parecer.
Es una joven realmente bella,castaña clara y delgada,bastante bajita y unas facciones realmente bellas.
—Toca la puerta antes de entrar...—Dijo en un gruñido,bastante molesto.
—Solo queria avisarles que mamá y papá estaban abajo,y que era mejor que se pusieran presentables,ya que iremos a cenar en mi casa...—Dijo realmente emocionada—Oh por cierto,mi nombre es Leila..—Se dirigió a mi,saludandome genilmente con los dedos.
—Creo que me di cuenta...—Rei levemente un tanto timida,sonriendole.
La chica salió de la habitación,aunque azotó muy fuerte la puerta.
Fransis se levanto y busco rapido un traje,aunque estaba bastante molesto.
—Fransis...—Dije acariciando su espalda,poniendo mi mentón en su hombro.
—¿Que?—Dijo un tanto (muy) molesto,para decir verdad.
—Ella no sabia que tu y yo...
—No quiero que sepan que eres mi alumno,ya bastante nervioso estoy con presentarte a la mayoria de mi familia.—Interrumpió mirandome,tomo sus cosas y empezo a cambiarse.
Abri mi maleta un poco molesta de la forma en la que me habia hablado.
Me puse un vestido azul oscuro bastante largo,llegando a la mitad de mi pierna,de una hermosa seda y cruzado adelante,un poco provocador pero elegante.
Arregle como pude mi cabello y me coloque unos tacos no muy altos,aunque bueno,de cualquier manera,seguiria siendo de baja estatura.
Me puse un poco de mascarilla para pestañas y sonrei terminando de ponerme brillo labial.
—Eres la primera mujer que veo,que no usa colorete...—Me miro por el espejo y me sonroje.—En serio,tienes siempre las mejillas rojas y eso es...tierno...—Beso mi mejilla y me miro,a lo que yo lo mire a los ojos y sonrei.—Estas hermosa...—Beso cortamente mis labios y me pare.
—Tu tambien,cariño...—Acomode su corbata negra y sonrei tiernamente.
—¿Un secreto?—Dijo poniendo su dedo sobre mi labio inferior,a lo que le di un beso y sonrei.
—Un secreto,Sr.Nightlife.
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Estar en un Ferrari se sentia genial,nunca anduve en uno y me sentia una concentida y realmente,era un sentimiento feo,pero andar en un Ferrari,te hace sentir Ana Steele.
Estaba nerviosa,iba a conocer a los padres de mi novio,pero mi novio era mi profesor.
Fransis me miro y puso su mano entre mis piernas y sonrió.
—Todo estara bien,lo prometo..
—Confío en ti..
Llegamos a una gran casa lujosa y todo estaba bastante nublado,y frio.
Fransis me dio su chaqueta y me rodeo los hombros con ellos.
Me apretó contra su torso y puse mi cabeza en su pecho,caminando a la entrada.
Una mujer bastante mayor abrió y abrazó a Fransis delicadamente.
—¡Pero que grande que estas pequeño!
—Tengo 26 años,abuela.Quiero presentarte a mi..novia..su nombre es Daniela..
La bella mujer de cabellos blancos y ojos verdes me quedo mirando y miro a Fransis,quien sonreia mirandome.
Me sonroje,demaciadas miradas,lo siento,haha.
—¡Pero que bella eres cariño!—Me abrazo y me susurró—Desde ahora,eres mi nieta...—Me miro con lagrimas en los ojos y no entendia el porque.
¿Tendrá esto que ver con la chica de los cabellos naranjas y brackets?.
Fransis me hizo entrar la casa de su hermana,quien vestía con un vestido tubo y largo,de color verde satinado,con un collar de perlas. Sus tacones negros eran preciosos y a su lado habia un hombre,bastante alto de ojos mieles,con el cabello rubio.
—Cariño,el es Trevor,el prometido de Leila..
—Mucho gusto,bella dama...—Beso mi mano delicadamente,realmente de buenos modales,a lo que me sonrojé.
—Un gusto,tambien...—Dije bastante nerviosa y con una pequeña risa.
Una mujer de cabellos castaños y de aproximadamente unos 60 años me miraba un poco serio,creo que no debe ser bonito ver una mujer que no es la que sueñas con la que este con tu hijo.
—Mamá,ella es mi novia Daniela. Daniela,ella es mi mamá...—Dijo un poco nervioso.
—Un gusto,Sra.Nightlife..—Dije besando su mejilla timidamente.
—Llamame Johanna.—Dijo sonriendo,pero no era una sonrisa muy sincera,para decir verdad.
Y a su lado,habia un hombre parecido a Fransis,de cabellos blancos que me miraba de manera extraña.
—Un gusto conocerla,señorita Daniela...—Besó mi mano y me miro con lujuria. Recordé el sueño y me asuste un poco,asi que rasque mi cabeza,retirando mi mano sin que nadie lo notara.
Fransis tomó mi mano y sonrió entrando a una enorme sala donde estaban sus tíos,abuelos,y un grupo de chicas muy bellas,realmente empezaba a decarme,ya que todas eran bellisimas y yo solo era ...nada al lado de ellas.
Me preguntaba en ese instante ''¿por que el estaría conmigo,teniendo mujeres tan bellas a su alrederor?''.
Todas me miraron raro,algunas con desprecio y otras extrañadas.
Fransis(una vez mas)me presento frente a su familia como su novia y todos me saludaron de manera gentil,menos ese grupo de chicas con el que Leila estaba sentada.
Leila me dijo que me sentara con ellas,de una manera gentil y me sente.
Ella realmente era muy dulce conmigo.
Empezamos a comer y una de cabellos morochos y piel canela me miro y se rió.
—Uh...¿Hice algo?—Dije extrañada.Leila comía y las miro con cara fulminante.
—No..n..nada..—Dijo una de ellas,mientras se reian.
—Una pregunta,¿no te molesta ser tan gorda?—Dijo una castaña con mechas rojas riendo.
No respondí,por el hecho de que trate de ignorarlas.
—En serio,pobre Fransis,tendria que levantarte los rollos para poder tener sexo contigo...
Queria arrancarle los pelos como hice con Sara,pero era su familia y amigos.Asi que tuve que comerme todo.
—¿En serio crees que Fransis te quiere?Por dios nadie podria quererte,mirate al espejo..¿No vez que no eres como nosotras?¿Que no eres delgada?Solo eres su juguete,porfavor...—Dijo una entre risas en voz baja.Leila las miro y me miro,no podia decir nada en ese momento,estaba toda su familia.
Sali corriendo y llorando,no he llorado desde mi adolecencia y recibia los mismos insultos,a pesar de ser fuerte y golpear como hombre,me debilitaban esas palabras.
Subi las escaleras,mojando mi rostro de mascarilla para pestañas y los familiares me miraban,pude escuchar los gritos de Leila,antes de encerrarme en el cuarto de huespedes.
Fransis habia tocado la puerta,pero le dije que se fuera.
Paso una hora y tocaron suavemente la puerta.
—Cariño,soy la abuela...abreme..—Dijo una voz femenina que tocaba la puerta.