8 de Septiembre del Año 1991
-Hola, sabes hoy es sábado por la madrugada me llamo, David:
- Hola, ¿Casandra?
- Si soy.
- Quiero verte.
- Yo también.
- Eso quiere decir que...
- No no quiere decir nada.
- ¿Entonces?
- Necesito hablar para aclarar lo que paso.
- Pero...
- Pero nada... ¿Donde nos vemos?
- No lo sé tú conoces mejor esta ciudad que yo.
- Mmmm, ¿Te parece si en el mismo café?
- Bueno está bien.
- Nos vemos a las 12:00 pm.
- Sí.
- Hasta entonces.
Bueno, eso fue toda la conversación, hoy nos veremos, no sé qué le voy a decir me siento muy confundida, será mejor que espere y que mi boca y mi cuerpo hagan lo se les plasca, estoy decidida.
9 de Septiembre del Año 1991
NOCHE:
-HOLA, pues te preguntaras porque no escribí en la tarde, ya te contare todo me siento muy feliz, y a la vez un poco triste por la regañiza que me pusieron mis papas.
Bueno, pues llegue a la cita como habíamos acordado, cuando llegue el ya estaba allí, me senté y:
- ¿De qué quieres hablar amor?
- No me digas amor.
- Pero si ayer...
- Lo que paso no debió haber pasado.
- Pero
- Pero nada David, tu...
De nuevo él me estaba besando tuve la sensación de que todos los clientes nos miraban, me sentí tan pero tan bien con el nuevo, y segundo beso proveniente de él.
- Porque lo haces.
- Porque te gusta.
- No
- No me digas mentiras, no las tolero.
- Pero...
- Como tú dices, pero nada.
- Tú.
- Tu y yo, lo sentimos es algo que pocas veces se siente. Podremos ser dos completos extraños, pero pareciera que nuestros cosmos se conocen desde hace mucho.
- Tu...
- Yo soy David un loco enamorado de ti.
- No sé qué decir, va en contra de mis principios.
- Talvez el amor no los conoce.
- Creí estar enamorada de otra persona.
- Yo también. Pero mira aquí estamos.
- Me gustaría que conocieras el lugar donde me estoy hospedando.
- Está bien, vamos.
Salimos del café, de nuevo subimos en su auto, y manejo por un buen rato, después nos encontrábamos afuera de una casa común y corriente, bajamos del auto, y entramos en la casa, subimos unas escaleras, abrió una puerta, entramos se veía un lugar muy cómodo, pero a la vez muy humilde.
- Y bien.
- Pues es un lugar muy acogedor.
- Si, pero bastante sencillo.
- Bueno eso no importa lo importante es que este cómodo.
- ¿Y tú, no quieres ponerte cómoda?
Se acercó a mí de una manera muy seductora, que me gustaba, pero a la vez me asustaba, estaba segura de que me haría suya, pero debo decírtelo, sigo siendo virgen, me tiro a la cama, él estaba sobre mi besando mi cuello, y sus manos recorrían mi cintura y poco a poco bajaron a mis piernas subiendo la Falda color rosa que traía puesta, después sus manos subieron a mi pecho, desbrochando los botones de mi blusa blanca, a la vez que desabrochaba, cada botón su rostro besaba y olía, mi cuerpo, mi piel se estremeció, pero después lo empuje y le tire en el piso.
- Yo no puedo.
- Tranquila.
- No pasa nada.
Me sentía muy mal, pero deje que mi boca hablara lo que quería, y mi cuerpo hiciera lo que también quería, y eso hicieron.
- Perdóname.
- No me pidas perdón
- No soy como Vanesa.
- No te compares con ella, tu eres única, y por eso te amo.
- Yo no puedo decir aun un te amo, discúlpame.
- Ya te dije que no te disculpes.
- ¿Puedo pasar la noche a tu lado? pero sin hacer nada de eso, por favor.
- Claro que si como podría decirte que no.
Nos pasamos toda la tarde, platicando de nuestra niñez, después mando a comprar una pizza, y eso fue lo que cenamos, después nos recostamos en la cama, me abrazo por la cintura, y nos quedamos dormidos hasta hoy.
Lo deje dormido en la cama, ya salí para regresar a mi casa y dar una explicación de por qué no llegue a dormir, tenía 50 llamadas perdidas en mi celular.
Cuando llegue a mi casa, mi mamá me dijo que necesitábamos hablar:
- ¿Dónde pasaste la noche?
- Tengo muchas cosas que contarte. (dije ilusionada)
- Yo diría muchas explicaciones que darme.
- Mamá, discúlpame por no avisar se me paso, desde hace ya unas semanas conocí a un chico y me gusta mucho y sabes que es lo mejor que yo también le gusto.
- ¿Cómo se llama?
- David.
- ¿Dónde vive?
- Aquí en la cuidad.
- ¿Entonces él fue el culpable de que no hayas llegado a dormir? ¿Qué hicieron?
- Si, y tranquila no hicimos nada de lo que te estas imaginando. Solo pasamos la noche en la misma cama, abrazados como dos enamorados.
- Bueno pero a un así, te las veras con tu padre.
Después el la noche cuando llego mi papá me grito cosas muy feas, hasta que yo era una puta, y más cosas, pero lo bueno fue que mi mamá lo logro controlar. Y por último dijo:
QUIERO CONOCER A ESE TAL DAVID, EL PRÓXIMO SABADO, TRAELO A COMER. A lo que le conteste con un simple si, y me refugie en mi recamara.
Hasta mañana.