11 de Octubre del Año 1991
NOCHE:
Hola, no escribí en varios días y creo que ya no te sorprende, hoy por la mañana llego Enrique, le reclame por lo que le dijo a su abuelo:
- Me puedes explicar por qué tu abuelo dice que nos teníamos escondido lo del matrimonio.
- Discúlpame pero de otra manera él no te iba a recibir en su casa.
- ¿Qué le dijiste?
- Pues que nos aviamos casado a escondidas, porque mis papas piensan que eres una mala persona, pero que yo te amo, y sé que no eres así, que eres muy linda, también le dije que avías venido acá, porque mis papas, te avían denunciado de robo, pero que pronto recapacitarían y quitarían la denuncia.
- Ha ya veo.
- ¿Me perdonas?
- Si está bien.
- Gracias.
- Gracias a ti has hecho demasiado por mí.
- Iré a hablar con mi abuelo de que nos vamos. Alista tus cosas.
- Si
Subí a la que era mi habitación y aliste las pocas cosas que traía, era más que claro que nos iríamos a la casa que Enrique tiene en Buenos aires.
Al llegar me dijo donde sería mi habitación, y que esta sería mi casa, si yo quisiera, o que podría trabajar y juntar dinero para, vivir en otro lado.
Se está portando muy amable olvide preguntarle, sobre como llego, y si dejo la universidad como yo.
Hoy es miércoles, y extraño, no pasar la tarde, con mi a miga Lilia.
Hasta mañana.
12 de Octubre del Año 1991
NOCHE:
Hola, bueno pues dormí muy bien, la casa es muy bonita y mi habitación es muy grande, baje a la cocina para desayunar, pero no había nada para comer ni siquiera para preparar algo, de la habitación que parece ser de huéspedes salió, Enrique a un muy dormido:
- Veo que te gusta dormir hasta tarde.
- No es eso solo que el viaje fue largo.
- A ya veo.
- Oye ¿Que vamos a desayunar no hay nada?
- Lo sé en esta casa nadie vive hasta ahora nosotros.
- Por cierto ¿Que paso con la universidad?
- Empezare aquí de nuevo.
- Bueno yo también.
- Que bien, vamos a comer en un restaurante ¿Te parece?
- Si pero no traigo nada de dinero.
- No te preocupes por ello.
- Gracias.
Y si fuimos a desayunar a un restaurant que está muy cerca dela casa, de Enrique. Después regresamos a la casa pero:
- Oye voy a salir a buscar trabajo.
- Te acompaño.
- No mejor cada quien por su lado.
- Bueno si eso es lo que quieres.
- Sí.
Salí de la casa y camine por las calles de Buenos aires. Pero regrese más tarde, porque no encontré nada.
Enrique estaba allí, viendo la televisión.
- ¿Qué paso encontraste algo?
- No nada.
- ¿Por qué no mejor dejas de buscar, y vives con migo como si fuéramos, esposos como cree mi abuelo?
- No puedo hacer eso, debo sobrevivir por mis propios medios.
Subí lo más rápido que puede a mi habitación pensando, en la propuesta que me hizo, Enrique.
Después baje a su habitación, pero él no estaba salió. Por qué no estaba en toda la casa.
Mejor ya me voy a dormir.
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