1 de Enero del Año 1992
Bueno, pues como a la una de la mañana, llego mi familia si los tres, me vieron allí:
- ¿Qué haces aquí, pensé que estabas en Argentina con Enrique?
- Mama, es que... hubo problemas.
- Bueno pasa que hace frio, adentro nos cuentas todo.
Entre a mi casa, sentí el calor a hogar. Les conté todo, y me dieron su apoyo.
- Hija, creo que necesitas, descansar.
- Si papá.
- Y sobre enrique.
- ¿Qué?
- Debemos investigar no creo que este...
- ¿Lo crees?
- Mañana vemos.
Subí mi antigua habitación. Y me quede dormida. No voy salir de mi casa. Mi papá llegara con buenas noticas eso espero.
NOCHE:
Bueno, mi papá, dice que enrique no está muerto, pero si adolorido, en su casa con sus papas.
Eso me alegra mucho. Mañana vendrá a verme.
2 de Enero del Año 1992
NOCHE:
SI, llego enrique, pero no tomo bien la noticia:
- Enrique que bueno, que estas vivo.
- Sí, no me dieron el golpe, final.
- ¿Mi papá, te conto algo?
- No.
- Bueno te voy a contar.
Cuando termine de contarle, no podía contener las lágrimas, el solo estaba serio:
- ¿No me vas decir nada?
- Es que no sé qué decir. Has sufrido demasiado.
- Perdóname.
- No tengo nada que perdonarte.
- Entonces. ¿Nos iremos a Argentina?, ya no tardan en empezar las clases. Y el trabajo.
- Yo.
- ¿Qué?
- Si nos iremos, pero quiero esperar para casarnos.
- ¿Ya no quieres algo con migo, verdad?
- No es eso.
- Si lo es. Te decepcione.
- No Casandra, solo que...
- Nada, si ya no me quieres, regresa tu solo, ya veré como me las arreglo.
- Casandra...
- Vete.
- Pero...
Voltee a abrazarlo.
- Gracias por todo nunca lo olvidare.
- Pero...
- Vete, que tu abuelo, te espera.
- Pero...
- Dile, que soy muy mala, y no quiero regresar, que no te amo, que nos hemos divorciado. Invéntale cosas malas, de mí,
- Casandra.
- Vamos, no pierdas el tiempo.
Lo lleve a afuera, y me regalo una sonrisa, dio media vuelta y se marchó de mi vista.
Espero volverlo a ver, algún día, no muy lejano.
Ahora, debo comenzar de nuevo, ya perdí mucho, en tan solo un año de vida are de nuevo el examen a la universidad, y sé que me quedare.
Sabes, creo, que ya hasta la próxima.
Fue un gusto, escribir en tus hermosas, páginas.
Hay no puedo dejarte. Te escribiré el día en que reciba el título, te lo prometo. Hay otra vez, con promesas.