4 de Octubre del Año 1991
TARDE:
- HOLA, no sé qué hacer, ya estoy dentro de un tren que me llevara a Argentina, creo allí poder comenzar una nueva vida, extrañare a Enrique y a David, David te amo, pero no soporto la idea de estar encerrada, nada de lo que echo hoy tiene sentido, no sé cómo le hare para convertirme en médico, casi estoy perdiendo el sueño.
Adiós.
5 de Octubre del Año 1991
Hola, por la mañana sonó en mi mochila, un celular cuando lo saque era el mío, no sé por qué no lo saque de allí, con eso me encontrarían, era un número desconocido, conteste:
- Hola, Casandra.
- ¿Quién habla?
- Soy enrique.
- Mmmmm.
- Ya me entere de lo que paso en la boda de tu amiga.
- ¿Me busca la policía verdad?
- No han no han empezado con las investigaciones.
- Hay que bien.
- Sé que no fuiste tú, algo me lo dice.
- Si yo no fui.
- ¿Dónde estás?
- Muy lejos.
- Dime donde te puedo encontrar.
- Le dirás a la poli.
- Claro que no. Sabes muy bien que te amo.
- No digas eso.
- Es la verdad.
- Estaré en Argentina.
- Muy bien, desastre de este teléfono.
- Si
- Mi abuelo, trabaja en la embajada de Argentina, pregunta por el señor, Alfredo Ortiz, corres con suerte nena.
- Mmmm muchas gracias.
- De nada.
- ¿Es de confiar?
- Sí.
Entonces esperare a llagar a la embajada, y ver qué pasa con migo.
Gracias, Enrique.