CAPITULO 11

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10 de Septiembre del Año 1991

TARDE:

- HOLA, David no me ha llamado ni yo a él, pero bueno, le llamare mañana para decirle de la comida del Sábado en mi casa y que mis papas en especial mi papá lo quiere conocer, ya que no llegue a dormir a mi casa una noche por quedarme con él.

Mañana hay universidad, y eso me desagrada un poco por que tendré que verle la cara a enrique y la verdad, no creo sentirme mal, porque mi corazón se está postrando en David.

Besos.

11 de Septiembre del Año 1991

TARDE:

- HOLA, pues bueno como te dije fui a la universidad, y lo más bonito es que David fue por mí y Blanca me hizo un poco de burla y me pregunto por él, pero no le conteste.

Fuimos a comer y le comente de la comida en mi casa, y me dijo que sí que estaría allí sin falta, eso me puso muy feliz, solo que no quiero que mis padre se enteren de que es el exnovio de Vanesa, de la que por cierto no he tenido noticias.

12 de Septiembre del Año 1991

TARDE:

- Bueno como te dije ayer les dije a mis papas en la cena que David había pasado por mí a la universidad, y que aceptó gustoso de la invitación a comer.

Bueno en la universidad, en una hora libre, Blanca se acercó a mi asiento, y con voz muy fuerte me dijo:

- ¿Oye quién era ese chico de ayer?

- Calma habla más bajo que no quiero que todo el salón se entere.

- Bueno, pero me vas a contar sí o no.

- Está bien te lo contare.

- Y.

- Pues ese chico es mi novio

Cundo dije eso José que estaba en el asiento de enfrente, voltio tan de repente que las dos nos quedamos mirándolo muy serias, y Blanca dijo:

- Vamos que no han enseñado que escuchar conversaciones ajenas no es correcto.

- Disculpen, felicidades Casandra.

Yo solo le conteste con una pequeña sonrisa, pero Blanca prosiguió:

- O ya veo.

- Sí. ¿Qué pasa?

- Es como es que ya no te gusta Enrique.

- Pues es que la verdad, no sé qué me paso pero me siento muy bien con David.

- Pues si es lo bueno y lo más importante que tú te sientas bien.

Después en la salida, José se descuidó y su mochila cayó al suelo y para su mal, la mochila estaba media abierta y todas sus cosas cayeron al suelo, después las levanto pero con la prisa que tenía, se le olvido en el suelo, una hoja de papel medio doblada.

Entonces la levante, pero dije que no la abrirá, y se la daría pero cuando llegue a mi casa pensé en que me vería muy tonta dándole un papel de basura, entonces mejor decidí que si la leería.

Cuando la leí mis ojos se rosaron:

LA PROMESADonde viven las historias. Descúbrelo ahora