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N a r r a d o. s e g u n d a p a r t e.
Debía ir al set, había pasado tres días sin ir y sin responder a los llamados de mis compañeros, no tenía ganas de oír sus voces porque sólo me recordaban a Matthew. Me subí la capucha de mi campera negra y dándole un trago a mi café ingresé al camino hacia donde estaban los camerinos de cada uno, la luz del de Matthew estaba encendida por lo cuál significaba que ya estaba allí, pasé lentamente hacia el mío que para mí suerte estaba al lado del de él.
"Intenté" entrar sin hacer tanto ruido pero fue en vano porque quise cerrar la puerta despacio y terminé estrellándola, casi suelto un grito cuando vi la cabeza de Emeraude frente a mis ojos, no había oído sus pasos hacia mí, está sonrió y me dió un gran abrazo apretándome a su cuerpo delgado, lo agradecí, había necesitado un abrazo desde que prometí no hablarle a Daddario.
─¡Al fin apareces, Hailey! He estado más que preocupada, ni siquiera me respondías los mensajes.
─Perdón mamá, necesitaba unos días sola, ya sabes que cuando estoy de un humor horrible me pongo sentimental.
─Oh sí, me acuerdo cuando viniste a grabar estando de mal humor y justo tocaba hacer la parte en la que Matt le pedía matrimonio a Lydia y bueno, te pusiste a llorar en medio de la grabación.
Hice una mueca al recordar aquel día, parecía que hubiese sido ayer, siempre que estaba de mal humor tendía a ponerme a llorar ante cualquier cosa y eso me enojaba de cierto modo; era como una maldita debilidad.
─Dios, no recordemos eso. Cassandra casi me mata.
─No es por nada pero Matthew nos contó que ustedes, bueno, que él, ya sabes. ─asentí soltando una pequeña risa ante la incomodidad de Emeraude al decir que Matthew había vuelto con Esther, la simpática de su novia.
─Ya sabes, no muchos tienen la suerte de dejar ir al pasado y centrarse en el presente.
─Es un tarado. Por dejarte ir, por pensar que ama a su novia, él te quiere pero es un idiota. ─ambas reímos, asentí estando de acuerdo con ella.
─Todo se va a superar. No soy de las que duran mucho tiempo llorando por un chico. Sólo que, esta vez, creí que era diferente, que él lo era.
─Lo soy. ─la voz de Matthew llegó a mis oídos como si fuera música, él se encontraba detrás mío, no quise girar ni un segundo a verlo, no quería ver aquellos ojos tan lindos que tiene, los que tanto me había acostumbrado a ver, cerré mis ojos sintiendo como me iba a terminar de desvanecer allí mismo─ Y antes de que vuelvas a irte sin dejarme explicarte que está pasando ahora voy a decirlo rápido y sencillo; te quiero, más de lo que pude imaginar y es por eso que la dejé, ya se terminó, oficialmente. Esther se fue ayer a Londres, con su familia, se ha llevado todo, realmente la dejé porque sólo quiero tener a una persona a mi lado y ella no es, eres tú.
