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Junto a Dom y Kat corríamos por el bosque hasta llegar hacia donde tendría que estar Valentine. Nos frenamos observando hacia todos lados, como nos había dicho que hagamos Cass.
─¿Es demasiado tarde? ─preguntó Kat, Dom negó.
─No, no, si hubiera levantado al Ángel lo sabríamos.
─Le ganamos chicos, aún podemos detenerlo. ─hablé esta vez yo.
Pero antes de si quiera poder decir algo "Valentine" había aparecido detrás de Dom, era mi momento de intervenir, tomé al rubio del brazo y me metí en medio de ambos haciendo que la navaja se clave en mi abdomen, abrí los labios de par en par intentando respirar. Kat soltó un grito antes de que se gritara el corte.
─Muy bien, preparen el maquillaje para esta escena y continuaremos.
─Bien, todo listo. ¡Sigamos!
─No, Dara, no tenías que meterte. Aún eres poderosa, no no no. ─murmuraba molestó mientras se alejaba de mí, caí al suelo intentando respirar.
Mi mano se encontraba de color rojo, debido a la sangre falsa, podía oír a Kat sollozar, acompañada de un Dom enojado por haber evitado que lo maten a él. Ambos se tiraron junto a mí mientras yo continuaba respirando como podía.
─Lo siento mucho, chicos. ─murmuré mirándolos y la zanahoria negó, llorando.
─Está bien, no digas nada, necesitas tú fuerza. ─murmuraba acariciando mi cabello─ Estarás bien.
─Dile a Alec ─hablé con voz entrecortada─ que lo amo, por favor.
─No, Dara. Díselo tú. ─habló Dom con voz dura, le sonreí antes de que volvieran a gritar el corte.
Llenaron mi boca con la sangre falsa para hacer que de a poco comenzaba a caer por mi boca, siendo un signo de que estaba a punto de morir. Volvió a gritar acción y todo volvió a ponerse en marcha.
Emeraude, Matthew y Harry aparecieron corriendo hacia donde estábamos nosotros, el segundo se tiró a mi lado.
─No, no, no.
─Alec ─sonreí─ estás aquí.
─Dara, no me dejes. ─volví a sonreír.
─Me siento cansada. ─murmuré pestañeando─ Te amo, cuida a Izzy.
─No, Dara. No nos dejes. ─murmuró esta vez ella, acercándose.
─Perdón, Izzy. Nunca quise abandonarte. ─ella tomó mi mano soltando un pequeño sollozo─ Eres asombrosa, ¿lo sabes no? Que nadie te diga qué hacer, ni quién ser. Sé tú misma.
─Dara, por favor. ─se recostó en mi abdomen llorando─ Mi parabatai, por siempre.
─Dara, no. ─yo sonreí viendo a Matthew.
─Está bien, ¿sí?
─Te amo, te amo. ─besó mi frente antes de rodearme con sus brazos─ No importa donde estés, siempre voy a amarte.
─Dile a Imogen que...... ─mi mano cayó al suelo y mis ojos se cerraron lentamente sintiendo los gritos de Emeraude.
Hasta me dolía grabar esta escena, gritaron corte y todos nos levantamos para sonreír, me llevaron rápidamente hacia mi camerino y me arreglaron con un vestido blanco para hacer la escena de la ceremonia por mi muerte o bueno, la de Dara.
─Ha sido excelente trabajar con ustedes, chicos. ─todos sonreímos, me colocaron sobre una especie de cama y los de la clave aparecieron vestidos de blanco, Matthew también, me sonrió desde lejos y le tiré un beso haciendo que el finja atraparlo en el aire.
La ceremonia había comenzado, me encontraba en aquella cama blanda y aquello había comenzado. Podía sentir como Emeraude tomaba mi mano y la apretaba con fuerza, había dicho mi nombre antes de murmurar aquellas palabras.
