El gran día. Estaba frente a las enormes puertas de la iglesia con mi padre a un lado mío, sí, había conseguido estar conmigo a pesar de todo el trabajo que tenía. Lo miré con una sonrisa antes de observar cómo Kat, Emeraude y Holland se ponían frente a mí para poder ingresar, los pequeños gemelos estaban con mi madre adentro por lo que, simplemente teníamos que entrar.
¿Sí estoy nerviosa? No, creo que nunca había sentido tanta seguridad como ahora, pensar en todo lo que nos llevó a hoy poder unirnos en matrimonio, simplemente hacía que mis ganas por hacerlo aumenten.
Una vez las chicas entraron, la música típica de boda indicó que era mi turno para entrar y así fue, con mi padre al lado avanzamos siendo observados por cien personas quizás. Matthew estaba con un traje negro y sonrió, provocando que sonría también, sentí ganas de llorar, de la emoción.
Mi papá dejó un beso sobre mi frente antes de que pueda tomar la mano de mi Matthew, él me sonrió y ambos empezamos a oír lo que el cura decía, pronunciando las palabras para unirnos en matrimonio, no podía apartar mi mirada de los ojos de él, estaban brillosos y más hermosos que nunca, quería dar el sí y poder besarlo, estaba reteniendo mis ganas por acelerar el proceso.
─Hailey Marie Dallas, ¿aceptas por esposo a Matthew?
─Sí, acepto.
─Matthew Daddario, ¿aceptas por esposa a Hailey?
─Acepto.
─Los anillos. ─dom se acercó con los anillos y Matthew puso el mío sobre el anular para luego yo repetir el mismo proceso.─ Los declaro marido y mujer, puede besar a la novia.
Matthew colocó sus manos sobre mi cintura y acercó nuestros labios para unirlos en un beso mientras se escuchan los chiflidos y aplausos de las personas, ambos nos separamos para sonreirnos, nos tomamos de la mano y bajamos. Mi madre no tardó en hacer presencia con los gemelos quiénes al vernos estiraron sus brazos, tomé a Jason para que Matt tome a Jensen.
Salimos de aquel lugar para poder dirigirnos al salón donde sería la fiesta, muchas personas se acercaron a saludar, la familia de Matthew recibió a los gemelos, ellos querían llevárselos a la fiesta.
─Finalmente unidos para toda la vida. ─dijo mientras dejaba un beso sobre mi mano, le sonreí asintiendo y subimos al auto que nos llevaría al gran salón.
─Unidos para siempre. ─él asintió y me acerqué para besar sus labios lentamente.
─¿Te he dicho que estás hermosa? ─negué sonriendo.─ Bueno, estás hermosa.
─Estás guapísimo con ese traje. ─él rió antes de volver a tomarme del rostro y besar mis labios cortamente.
─Te amo, Hailey.
─Te amo, Matthew.
“Cariño, nunca dudes que mi amor por ti es como el mar… tan profundo, puro y cristalino que no tiene final”
