OBSESIÓN DESTRUCTIVA [Jeff The Killer]

Capítulo XII

Observé a Jeff bajar las escaleras con un rectángulo de vidrio en sus manos, parecía una pecera pero estaba sin agua. Me había dejado muy nerviosa después de lo último que me había dicho, ¿qué más quiere hacerme? Me tiene atemorizada, tengo más que claro que es capaz de torturarme de muchas maneras y no quiero alentarlo a ello.

—He de admitir que quizás ésto no te guste mucho, pero a mí me divertirá y eso es lo único que debe importar...—un silencio se hizo presente mientras sus ojos aún se mantenían clavados en mí y seguido de eso procedió a hablar—. Mis amigas llevan tiempo aquí dentro, las he encontrado en varios rincones de la casa y estoy seguro de que les gustará divertirse un poco contigo, y créeme... Te conozco más de lo que piensas, Emma—su voz sonó fría y escalofriante, inevitablemente mi piel se erizó completamente.

—¿Q-qué? ¿qué significa e-eso?—tartamudeé después de bastante rato en silencio.

—Paciencia, linda... Ya lo verás—se agachó frente a mí y escuché como sacaba la pequeña tapa que cubría la parte superior del rectángulo, se levantó y parecía querer contener la risa—. Ellas harán el trabajo por si solas, yo no moveré ni un dedo.

«¿A qué se refiere con ellas?» Comienza a asustarme el hecho de que hable de esta forma, parece tan tranquilo, no le da ni la mínima importancia a lo que me pueda pasar y siendo sinceros, ¿por qué le importaría? Es un psicópata. ¿Y qué fue de la vida de Jeff antes de ser así? Dudo que haya estado tan loco desde niño, algo tuvo que suceder para que se convirtiera a un ser tan maligno como lo es ahora. En ningún momento nombró nada respecto a su pasado, no parece tener familia ni nada por el estilo aunque quizás estoy pensando de más.

Todos mis pensamientos fueron anulados de mi mente cuando sentí algo caminar por mi muslo izquierdo, sentía cosquillas y a la vez nervios. Mi mirada bajó a aquella zona de mi pierna para contemplar como una araña de gran tamaño caminaba lentamente por allí, enseguida ahogué un grito. Le tengo fobia a las arañas, no soporto ver una ni mucho menos tocar. Mi mente comenzaba a entrar en un colapso horrible y desesperante que no me quería dejar respirar, pero eso no es todo, porque sentí ganas de ahorcar con mis propias manos a Jeff cuando pude detectar más de una araña subiendo por mis piernas. Unas comenzaban a acercarse a mi torso, no podía dejar de suplicar que por favor parara con todo esto porque sentía que iba a desmayarme de tanta desesperación.

A diferencia de mí, el asesino reía a carcajadas a mi lado porque yo acabo de ser testigo de que no se debe subestimar a Jeff y mucho menos si conoce tus miedos.

—Yo que tú me relajo, la última vez una de ellas me mordió en la mano y recuerdo que parecía un globo de lo hinchada que estaba—volvió a reír y yo no podía dejar de sacudir mi cuerpo en la silla pero al parecer era en vano porque ni una de las arañas parecía caer.

Era de suponerse que yo en algún momento caería en la inconsciencia, no sé como Jeff no lo dedujo ya que era más que obvio, soy una persona que se asusta con todo fácilmente y de desmaya en los momentos de impresión. No sé que ocurrió luego, no sé si las arañas comieron mi cuerpo porque ese era el plan de asesinato por parte de Jeff, no sé si me quitó las arañas y en este momento no quiero preocuparme por eso, debo disfrutar este momento de oscuridad donde no existe Jeff, no existe el secuestro, no existe Lily y no existe el mundo. Es mi única paz, la cual para mí dura tan solo minutos y me lleva a rastras de vuelta al infierno.

¡Wolah! Sé que no es un capítulo muy largo pero es que no he tenido tiempo, además hoy es mi cumpleaños. nwn Espero que hagan una excepción por ello.

Voten si les gusto. <3
Y que tengan un lindo día. *w*