Abrí mis ojos suavemente, el techo blanco me dio de lleno, tenía la boca pastosa y el cuerpo extraño. Traté de recordar que había sucedido y en que momento me dormí pero mi cabeza dolía, apenas escuchaba unas bocinas a lo lejos, seguía estando en el hospital, eso lo sé. La oscuridad apenas me deja ver algo en la habitación. Me siento poco a poco en la camilla, tratando de controlar los mareos repentinos que aparecer y de repente me acuerdo.
Las enfermeras sosteniéndome, el médico pinchando con su jeringa mi brazo, aquella enfermera que me traicionó, ¡no tenía un porqué!
La ira y molestia comenzaron a acumularse en mi cuerpo, me habían anestesiado sin permiso alguno, incluso sin razón. Es una jodida locura que los médicos hagan lo que quieran solo porque una enfermera les hizo creer quien-sabe-qué. Me genera curiosidad saber que le dijeron los doctores para que ella reaccionara así.
«Debo salir de aquí, irme a casa con mis padres y marcharme de la ciudad, olvidarme de todo lo sucedido, huir. Lo haré, no pueden atentar contra mi decisión, aunque no puedo valerme mucho de ese argumento por lo sucedido hace, ¿minutos, horas, días? Solo sé que debo salir de este sitio.
No puede ser muy difícil, ¿verdad? Existen puertas de emergencia, debo utilizarlas, pero debo cuidarme de las cámaras»Ya estoy levantada, mis pies tocan el frío piso de baldosas, me acerco a la máquina que hace un extraño pitido porque controla mi corazón, busco el enchufe y la desconecto para luego quitarme las cosas del pecho y brazos.
Es de noche, lo sé porque de lo contrario las luces de mi cuarto estarían prendidas. Camino lentamente hacia la puerta con el corazón en la boca, la abro un poco y asomo la cabeza por el pasillo, al final puedo ver un guardia de espaldas. Necesito llegar hasta el pasillo que dobla a la izquierda antes de llegar a su posición, allí encontraré los pasillos que me llevan a salas de rayos X, no muy lejos debe haber una escalera, subiré hasta lo más alto y encontraré la puerta de emergencia.
Noto que hay un carrito cerca del pasillo que debo tomar. Salgo en silencio de la habitación y me pongo en cuclillas para avanzar hacia mi escondite. Apresuro mis pasos para llegar cuanto antes y cuando logro estar cerca me pongo detrás, mi cuerpo toca el carro y éste se mueve un poco pero no lo suficiente como para tirar algo. El guardia tose y yo cierro los ojos con nervios. Tan solo espero que no salga nadie de ninguna habitación o me verán, aunque son pocas las probabilidades a éstas horas de la noche.
Tomo aire unas veces y asomó los ojos por arriba para asesorarme de que el guardia sigue de espaldas y para suerte mía es así, vuelvo a tomar aire y me levanto en silencio para avanzar lo más rápido posible hacia el pasillo y logro llegar sin que me vea. Debo tener cuidado por si algún otro guardia anda vigilando por aquí. No parecen haber cámaras en la esquina cuidada por el muchacho.
A lo lejos diviso el cartel que señala la sala de rayos X, comienzo a caminar con un poco de paranoia hacia el sitio y el mínimo ruido me alerta, puedo oír una radio dentro de una de las habitaciones, seguro alguien se desveló escuchando música.
Finalmente llego hasta la sala y al lado están las escaleras que suben y bajan, comienzo a subir rápido los escalones, mis pies desnudos no generan ruido y me repito que es una gran ayuda. Mi mano se apoya en el barandal para evitar tropezar y caer, subo, subo, los pisos van aumentando, no tengo idea de cuántos tiene pero no pueden ser muchos, debo estar cerca.Llego al piso 6 y las escaleras acaban, solo hay una puerta con un cartel verde que dice «Exit». Mi estómago revolotea con ansiedad. «He llegado, ya puedo irme, puedo volver a casa y marcharme de una vez» Tomo el pestillo entre mis manos y suspiro antes de girarlo y abrir la puerta. Mi corazón se detuvo por un segundo al creer que quizás estaba cerrada, que quizás nunca pudiera salir de ese lugar, pero no fue así, estaba abierta.
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OBSESIÓN DESTRUCTIVA [Jeff The Killer]
Fiksi PenggemarÉl sabe lo mucho que sufres cuando lo ves, y lo disfruta. Cada noche se apiada de cuerpos inocentes con una inmensa facilidad que hace temblar a cualquiera que escuche como describen los cuerpos por el noticiero. "Un asesino y psicópata", así rese...