Capítulo XI

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—¡EMMA!

Mi cuerpo se tensó porque recién acabo de entrar al baño y ya escucho la voz de Jeff llamándome desde arriba. Soy consciente de que ha notado mi ausencia en la habitación y ahora se dirige en mi busca con molestia por desobedecer su orden de mantenerme en el cuarto y con cierta inquietud por mi posible escape.
No puedo evitar que las lágrimas caigan con mayor fuerza y me digo a mi misma que debo detenerme, prometí no llorar y lo estoy haciendo, además de que si me encuentra en este estado sabrá el porqué.

Me levanto con dificultad y trato de secar las lágrimas aunque dejan rastro de un tono rojizo en mis ojos, eso sería imposible de quitar en segundos.

—¡EMMA!—Su voz suena como un rugido que exige verme en ese instante para no enloquecer y romper todo a su paso. Puedo sentir sus pasos en el living, tomo aire y salgo del baño fingiendo normalidad.

—Estoy aquí...—susurré y noté que el cuerpo de Jeff se encontraba unos metros adelante mío y de espaldas, al escuchar mi voz su espalda se enderezó y lentamente se giró hacia mi ubicación. Su cara mostraba molestia y pareció ablandarse tan solo unos segundos al ver que no había logrado escapar. Sus ojos parecían vacíos, intenté buscar una muestra de algo, enfado, incomodidad o otra emoción, pero no encontré nada... Algo estaba mal.

—Creí que habías escapado—su voz parecía dirigirse a mi de otra manera, como si realmente no estuviese hablando conmigo y eso me confundía de cierto modo. Aunque el miedo hacia él no desaparecía en ningún momento, la confusión e intriga aumentaba. Parecía que no había notado el estado de mis ojos así que me alivié en parte por ello.

—No puedo hacerlo.

—¿No puedes?

¿Qué está diciendo? No logro encontrar coherencia en lo que dice, es obvio que no puedo, yo deseo con todo mi ser marcharme de aquí, que todo acabe y si es posible quitar cualquier recuerdo que este relacionado con Jeff.

—¿Por qué me preguntas algo tan obvio?

—Dejó de ser obvio cuando comenzaste a convivir aquí conmigo.

¿Cree que no quiero huir porque siento algo hacia él? ¿Acaso no se da cuenta que estoy aquí a la fuerza? Realmente está loco y su egocentrismo no desaparece a pesar de eso. Quiero reír hasta comenzaron a llorar en su cara y burlarme de todas las formas posibles pero está claro que no puedo hacerlo, no tengo el valor y nunca lo tendré, no puedo afrontarlo, le tengo miedo.

—Lo que dices no es cierto...—hablé temerosa.

—Entonces, ¿por qué tu voz no suena convencida de ello?

¿Por qué tiene respuesta para todo? Solo hace que me confunda más y no logro razonar una repuesta para su incógnita. Él sonríe. 

—Estar aquí contigo no me convence—contraataqué.

—He oído eso tantas veces y terminaron haciendo lo contrario de lo dicho—su sonrisa parecía ensancharse cada vez más e inevitablemente pensé en Lily.

—Quizás solo por miedo a morir—susurré.

—Quizás murieron de todas formas...

Jeff alzó una de sus cejas e inevitablemente retrocedí un paso, pero él avanzó dos. Nuestra distancia disminuyó y yo sólo quería correr al cuarto aunque eso de nada serviría, no me protege de él. Tragué saliva con incomodidad, incapaz de reaccionar a hacer algo, sus ojos se habían clavado en mi como dos agujas y no parecía querer quitar la mirada.
Sentí sus manos moverse hacia mis brazos y reaccioné alejándome de él. Subió lentamente su mirada hacia mí y rió.

—Supuse que harías eso...—chasqueó su lengua—, ¿aún desconfías de mí?

—¿Cómo no hacerlo después de todo lo que me has hecho?

—¿Lo que te he hecho?—soltó una carcajada—. Por favor, eso no es nada, ni siquiera es una muestra de cariño para mí. ¿Quieres probar algo de mi cariño?

Negué inmediatamente.

—Oh no, esa no es la actitud... Si algo quiere mi princesa, lo tendrá.

No pude reponer nada porque en segundos se había abalanzado sobre mi cuerpo tomando mis manos y colocándolas detrás de mi espalda, intenté zafarme de su agarre pero solo conseguí que tomara mi cabello tirando de él hacia atrás. El cuello me duele por lo brusco de su agarre y la sensibilidad me golpea de forma directa, comienzo a llorar.

¿A dónde me lleva? ¿Qué me hará? ¿Por qué no puedo cerrar la boca aunque sea unos minutos? Si sigo de esta manera terminaré cavando mi propia tumba si es que ya no comencé.

Me obligó a caminar hacia una silla y tomó  una cuerda que estaba enrollada y colgando de la pared con la cual ató mis manos a la misma al igual que los pies, no paraba de reír a carcajadas, realmente estaba disfrutando esto.
Se fue unos minutos a su habitación, eso lo supuse cuando lo vi subir las escaleras con una felicidad inexplicable. El terror no quería marcharse por ningún motivo y entendí que me había condenado a mi misma.

Observé como bajaba con dos tubos que no dejaban ver lo que dentro contenían, eso me puso muy nerviosa y ya no de necesario repetir el temor que me recorre, ¿verdad? ¿de dónde lo había sacado? ¿había estado aquello en su habitación y yo no lo ví? ¿por qué sonreía tanto?

—Vamos a jugar, muñeca...—se detuvo frente a mí—. Tengo dos tubos, uno de ellos se puede considerar bueno y otro no tan bueno... Te dejaré elegir.

¿Qué?

—Y no acepto un no como respuesta—agregó, su mirada me presionaba y tenía ganas de volver a llorar y poder acabar con este sufrimiento. Había visto a Lily, llevaba dos meses con él, yo apenas una semana y poco, no quería terminar como ella. Si podía prevenir una tortura sin fin, quizá ésta era la manera. Dejando que el azar decida. Oh Dios, no sé si quiero morir.

Podía notar la impaciencia de Jeff en kilómetros y eso solo me ponía más nerviosa.

—Elijo el de tu mano derecha—señalé entre temblores. Él soltó un bufido y acercó el tubo a mi boca.

—Bebe el líquido.

Lo hice en el momento que me lo ofreció y pude sentir el amargo de la cerveza y un sabor más asqueroso que me revolvió el estómago, al instante escupí todo.

—No es divertido si no elijes la opción interesante...—dijo molesto.

—P-por favor... la cerveza es horrible para mí—balbuceé.

—Cerveza podrida, querrás decir. Hubiera sido más divertido si elegías el que tenía gasolina. Pero aún tengo otra oportunidad, no creerás que esto acaba aquí...

¿Qué?

OBSESIÓN DESTRUCTIVA [Jeff The Killer]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora