Capítulo XIII

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Mis ojos se abrieron pero mi vista se encontraba nublada, en el momento no logré reconocer donde me encontraba ni mucho menos que había pasado. Mis ojos después de unos segundos reconocieron el lugar pues seguía tirada en el piso del living donde caí al entrar en la inconsciencia. Lo único diferente que noté es que ya no estaba atada a la silla, pero ni siquiera se había molestado en moverme a otro sitio, simplemente me dejó aquí. Incorporé mi espalda como pude sentándome y mis ojos recorrieron mis piernas, mi muslo derecho se encontraba hinchado en una parte cercana a la rodilla pues al parecer no me libré de la picadura de una araña. Parecía tener un huevo en aquella zona y me causó repulsión, no tenía idea de como bajaría ese hinchazón, ni siquiera sabía si eran venenosas y eso me atemorizaba.

Me levanté y noté que mi pierna no dolía así que me convencí de que quizás tendría ese aspecto y nada dañino, o a lo mejor el veneno comenzaría a acabar con mi sensibilidad hasta dejar mi pierna inútil. Mi cabeza se giró enfocándome en la hora viendo que eran las cinco de la tarde por lo cual probablemente Jeff estuviera fuera. Después de pensarlo un poco creí que sería bueno ver a Lily, con tanta mierda quizás pueda sentirme acompañada.
Caminé hacia la cocina y tomé una lata de cerveza para poder hidratar a la chica, abrí el sótano y bajé lentamente. 

Lily se encontraba despierta con los ojos fijos en la pared que se encontraba enfrente y al verme pareció aliviada de que fuera yo y no otra persona. 

—Que bueno que viniste, comenzaba a sentirme desesperada—dijo la chica mientras forzaba una mueca, probablemente le doliera el rostro.
   
—Te traje cerveza, es lo único que hay—susurré mientras posaba la lata en sus labios y dejaba que el líquido desapareciera mediante pasaban los segundos y la chica vaciaba el recipiente. Después de eso dejé el  plástico sobre uno de los estantes que había allí y comencé a hablar con Lily.

—¿Qué pasó ayer? Escuché tus gritos y realmente me asusté, ¿te hizo algo ese hijo de puta?—pronunció con temor.

—Me hizo elegir entre dos recipientes y beber lo que tenía dentro, tomé la que tenía cerveza podrida. Después de eso me sujetó. a una silla y dejó que varias de sus arañas me picaran. Una me hizo esto—dije mostrándole la pierna—, debe de sonar estúpido para ti pues estas muchísimo peor.

—Eso no me molesta, es más... Me alegra el hecho de que esté haciendo cosas tan mínimas contigo, creo que hay gato encerrado— ¿Gato encerrado? ¿A qué se refiere? De todos modos me deja claro que Jeff no tiene límites en las torturas y es capaz de hacer cosas mucho peores. Sin embargo no comprendo a que se refiere con lo último.

—¿Por qué lo dices?

—Pues debo confesar que no eres la primera chica que está secuestrada conmigo, hubieron otras y créeme que las torturó de maneras horripilantes hasta que ellas se suicidaron o él las mató. Es raro que no sea así contigo aún, aunque no quiero darte falsas expectativas, quizás tiene algo bajo las mangas para ti. Solo te pido que tengas cuidado...—Eso no me alivia para nada, seguro que aún no ha decidido de que forma acabar con mi vida o como torturarme, debe estar planeando todo o quizás no vaya a hacer nada. No, es muy tonto pensar algo como eso sabiendo que es un asesino serial, pero no comprendo, esto es muy extraño.

—¿Y qué me dices de ti? Aún no te ha matado, quizás tú también tengas algo que ver.

—Emma, ¿eres consciente de el estado en el que me encuentro? Poca vida me queda, está esperando a que yo me suicide porque le aburre matar a las personas tan rápido. Aún no comprendes la mente de Jeffrey Woods.

—¿Jeffrey Woods? ¿Ese es su verdadero nombre?—creí que realmente se llamaba Jeff The Killer y ahora que lo pienso es más que estúpido creer algo como eso. Pero nunca me dijo su verdadero nombre, aunque ¿por qué lo haría? Pero si lo hizo con Lily.

—Sí, lo es. Pero no creas que fue él quien me lo dijo... Hubo más monstruos como él aquí y solamente uno de ellos se digno a confesarme la verdadera identidad de este asesino, no puedo decirte quien fue, aunque seguramente no lo conozcas aún, pero hacerlo... Sería atentar contra mi propia promesa.

—¿Más como él? ¿Y te hicieron daño? ¿Había uno con máscara azul?

—Sí, Eyeless Jack, se llama, Jeff le dejó quitarme uno de mis riñones, tengo una cicatriz asquerosa en la espalda. No todos me lastimaron, algunos simplemente observaron como Jeff me dañaba, otros participaron abusando de mí y otras decidieron no estar relacionadas con nada de esto. 

—¿Otras? ¿Hay mujeres en todo esto?—Mi mente va a estallar en cualquier momento, es mucha información para procesar en pocos segundos—. Esto es muy confuso...

—Solo hay algo que puedo decirte, no confíes en nadie... ¿Viste a Eyeless aquí en la casa, entonces?

—Sí, él vino y me cortó todo el costado, tengo vendado, lo que no entiendo es ¿por qué debería confiar en ti?

—¿Crees que te estoy mintiendo? ¿acaso no es suficiente prueba mi estado? Estoy agonizando, ¿sabes?—respondió casi ofendida de que desconfiara de ella. Exhaló sonoramente—. ¿Te sacó Eyeless algún órgano?

—Lo siento, Lily—me disculpé y ella esperó mi respuesta—. No, no pudo porque Jeff lo encontró y lo golpeó, lo echó de la casa. Yo me desmayé pero al despertar tenía vendada la herida.

—Qué afortunada eres, mi herida se infectó. Jeffrey ni siquiera pensó en ella, me estoy medio pudriendo.

Mi mente decidió que era suficiente compañía por hoy y si seguía hablando con Lily no podría procesar nada de lo que me dijera, ésta chica sabe mucho con el poco tiempo que leva aquí y eso es raro, sin embargo no le doy mucha importancia a eso. Así que después de todo Jeff tiene un nombre verdadero el cual es Jeffrey Woods, otra de las cosas es que para Lily es raro que Jeff aún no se haya deshecho de mí, además de que hay otros monstruos infiltrados en todo eso y también mujeres. De todo esto nada parece ser bueno, porque como dijo la chica antes; no debo confiar en nadie.

—Bien Lily, supongo que es hora de que me vaya, no quiero que Jeff vuelva antes y yo deba esconderme en aquel sucio armario a escuchar sus groserías—sin dejarla responder me encaminé a las escaleras con paso apresurado—. Adiós.

Subí las escaleras rápidamente y apagué la luz del sótano para luego salir de aquel lugar. Pero todo mi apuro por escapar me impidió escuchar las palabras de Lily, Jeff puede ser un hijo de puta pero no es idiota.

—Olvidaste la lata.








¡Wolah! He aquí el capítulo que merecen. <3 

Por si no lo notaron tenemos portada nueva y la verdad es que me gustó mucho, espero que a ustedes igual. 
Voten si les gusto. 

¡Un beso enorme! <3

OBSESIÓN DESTRUCTIVA [Jeff The Killer]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora