Capítulo Diecisiete

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Laura

No había vuelto a hablar con Daniel desde lo ocurrido en mi cumpleaños, a pesar de todos sus intentos yo seguía evitándolo. Eso fue hasta el último día.

Siento una mano rodeando mi brazo y me meten en el armario de limpieza para después cerrar la puerta detrás de si.

— ¿Qué mierda? — pregunto confundida.

En ese momento, la luz se prende y suelto un bufido.

— Daniel, Ross me debe estar esperando afuera.

— Me importa una mierda, que deje de actuar como tu padre. ¿Hasta cuando seguirás ignorándome?

— No te ignoro... — miento.

— ¿Ah no? Eres una mentirosa.

— ¡Tú me besaste! — exclamo como si eso explicara todo.

— Y tu me correspondiste. Admitelo, te ha gustado. ¿Por qué no lo dejas? Te irás en tres meses y es mayor que tú.

— Porque lo amo, Daniel. Lo que ocurrió entre nosotros fue un error, yo estaba borracha y enojada con Ross porque creía que me engañaba. No volverá a suceder. Siento haberte ignorado, pero no puedo estar con Ross si soy tu amiga... Te partirá la cara y me siento incomoda luego de lo que pasó. Estaba borracha y tú lo sabías, de todas formas me besaste sabiendo el problema que eso me traería. — respondo.

— Lo siento, Laura... Dame una oportunidad. Lo tuyo con Ross no funcionará, todos lo sabemos.

Lo miro enojada. — No saben nada.

— Las relaciones a distancia jamás resultan. Tú estarás a horas de aquí y aparecerán otras personas en sus vidas, yo estaré cerca de Harvard.

— Lo que pase con Ross y conmigo no es de tu incumbencia. Amo a Ross, eso no cambiará ni aunque me fuera a Europa. Adiós, Daniel. — me despido para finalmente irme de allí.

Cuando salgo, efectivamente Ross me está esperando y se lo ve preocupado mientras mira su celular.

— Hola, cariño. — lo saludo sonriendo y Ross me mira para después atraerme hacia él y besarme.

— Te he extrañado... ¿Cómo ha ido el último día?

— No hemos hecho nada y nos la pasamos recordando momentos, aunque están todos emocionados con el baile pude disfrutar del último día. Me he quedado hasta más tarde para ayudar con los últimos detalles, gracias por haber venido igual.

— Me dijiste que a las cinco pero son las cinco y media, hace rato se han ido algunos chicos. ¿Ha pasado algo?

— Daniel quiso hablar conmigo. No ha pasado nada, descuida.

— ¿Qué te ha dicho? — pregunta.

— Que no duraríamos y que él irá a una universidad cercana a la mia.

— ¿Él realmente te gustaba?

Lo miro confundida sin saber que responder.

— Se sincera.

— Si... Pero eso ya pasó, supongo que solo quería olvidarte. Ya no me gusta de manera romántica.

Ross parece deliberar algo para si mismo y después me sonríe levemente.

— Mejor vamos. — dice abriendo la puerta del auto.

En ese momento, tendría que haber sabido que algo iba mal pero estaba demasiado feliz con nuestra relación que decidí ignorar todos los indicios. Gran error.

Forbidden To Fall In Love. |  RauraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora