CAPÍTULO DIECISÉIS: AMOR
WILLIAM
Sonreí emocionado mientras acomodaba mi corbata de manera correcta alrededor de mi cuello, la blanca camisa resaltando el color negro de la fina tela. Mis manos se dirigieron a mi rizado cabello marrón para acomodar los mechones rebeldes, y le eché una última mirada a mi traje esperando a que de verdad luciera tan bien como el espejo me estaba diciendo.
Jayden me había invitado a una cena que estaba siendo organizada por sus padres con los mismos familiares de la antigua reunión fallada, una manera de recompensarlos por el escándalo del evento anterior. Debido a que era una ocasión especial, la rubia quería sorprenderme, por lo que se había ido a su casa a cambiarse, queriendo darme una sorpresa con su atuendo.
Podía imaginármela con cualquier tipo de vestido, de todas maneras, se vería hermosa como siempre lo hacía, debido a que tenía un cuerpo lleno de suaves curvas que volvían loco a cualquier hombre en sus cinco sentidos. Su cabello estaría probablemente cayendo en ondas por sus hombros o de seguro estaría amarrado en una coleta alta. Una sonrisa vino a mi rostro pensando en lo hermosa que estaría después de darle el regalo que había traído para ella.
No pensé enamorarme de ella, quería que solamente fuese algo del momento para descargar todas las necesidades que tenía como hombre, pero me fue imposible no caer rendido ante cada uno de sus encantos y sus perfectas imperfecciones, las cuales me hicieron caer de rodillas ante su persona.
Ella era bellísima sin ni siquiera planteárselo, no tenía nada que envidiarle a ninguna otra mujer, porque poseía cosas que ni ella misma tenía en claro. El color rubio de su cabello provocaba suaves sensaciones en mí, recordando el aroma a frambuesas que desprendía con cada movimiento. Era hermosa sin saberlo, sin siquiera intentarlo, y perfecta a pesar de poner mucha presión sobre sí misma en todo lo que hacía. Jayden completaba cada uno de los espacios vacíos en mi corazón y el mío me decía que yo también llenaba los espacios en blanco de ella.
Metí la pequeña caja en el bolsillo de mi pantalón de vestir y tomé mis llaves saliendo de mi apartamento. Abel me había explicado que la reunión era para celebrar el aniversario de sus padres, quienes han estado casados por más de cuarenta años lo cual es sorprendente ante los ojos de muchas parejas. Al parecer el señor Marco insistió en que yo estuviese ahí con su hija delante de todos como su pareja.
Y aquello era lo que le iba a pedir en aquella reunión en cuanto estuviésemos los dos a solas. Poderle decir que en realidad había quedado hipnotizado por toda su belleza y que quería que se volviese completamente mía al aceptar tener una relación estable conmigo, que nos diese la oportunidad a ambos de ser felices al lado del otro para así crear miles de memorias las cuales causarían una sonrisa en nuestros labios cuando las recordásemos años después.
Quería que ella fuese mi enamorada de una buena vez por todas, debido a que las ganas no dejaban de carcomer cada rincón de mi ser. Deseaba llamarla mía ante todos a pesar de que ya lo había hecho, pero esta vez quería que fuese oficial, nada de mentiras entre nosotros. Necesitaba saber que ella quería estar conmigo de la misma manera en que yo moría por estar a su lado. Ya no tenía miedo de admitir que, en realidad, estaba perdidamente enamorado de la hermosa rubia de ojos azules.
Pedirle que fuese mía era no tener miedo de que nadie la aleje de mí nunca más, que todos supiesen que estaba conmigo de la misma manera en que yo estaba con ella, nadie pudiendo ponerse entre nosotros. Que todos supieran que ella me pertenecía y que era lo suficientemente suertudo como para tener a alguien demasiado hermosa como mi enamorada. Jayden se había apropiado de cada célula y de cada pensamiento, no viviría lo suficiente como para explicarle todas las emociones que causaba en mí.
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Tengo Ganas de Ti ©
Romance- Trilogía Campbell #1 William Campbell, siempre ha estado con el corazón roto debido a que la mujer de la que ha estado enamorado toda la vida no siente lo mismo que él. Decide que jamas encontrará el amor verdadero, así que decide no volver a regr...