CAPÍTULO DIECIOCHO: EN DOS
JAYDEN
Sus manos se colocaron en mi cintura, colocándose perfectamente detrás de mí acercando su cuerpo más al mío abrazándome. Apoyó su barbilla en mi hombro, a lo que no pude evitar reír al ver el rostro de mi hermano mayor, quien nos miraba con ambas cejas alzadas sin poder creer el hecho de que estuviésemos juntos oficialmente.
—Ángel, ¿soy yo o ese a quién estoy viendo es Luciano? —me preguntó William en un susurro discretamente, a lo que mi mirada se dirigió entorno hacia la entrada del jardín.
Efectivamente ese era Luciano con un ramo de flores para mi madre. Aprecié como se las entregaba y los felicitaba a ambos por haber cumplido tantos años de casados juntos. Su mirada y la mía se conectaron por milésimas de segundos en las cuales miles de palabras fueron intercambiadas a pesar de no estar diciendo nada. Bajó su mirada regresándola a mis padres, ofreciéndoles una sonrisa.
No lo había visto desde hacía dos días desde lo ocurrido en su casa. Lo único que recibí fue un mensaje de su parte el cual decía que ya le había contado a la chica de que no quería nada con ella. Verlo provocaba que varias emociones regresasen a mi cuerpo, a lo que me maldije negando con la cabeza.
—Hola a todos —se acercó a nosotros y nos ofreció una sonrisa. Jeremiah lo miró alzando ambas cejas —. Las tres se ven hermosas —nos halagó.
—Muchas gracias —le agradeció Caroline, a lo que pude ver el agarre de mi hermano en su cintura tensarse.
—Amor, creo que el invitado sabe muy bien seguir su camino —dijo Abel, mirándole recelosamente —. A menos que quiera ganarse una buena patada en el...
—Hey, no hay porqué alterarse —le aseguró Luciano alzando las manos en rendición. Me echó una mirada —. Hola Jay.
—Gracias —comenté ofreciéndole una sonrisa. Estaba teniendo una magnífica noche como para dejar que su presencia me la arruinase. Escuché a William bufar —. Luke, ¿quieres ir a dar una vuelta conmigo? He preparado pie de manzana y sé que es tu favorito —agregué guiñándole un ojo.
La sorpresa de todos era demasiado notable, pero de igual manera seguí con mi sonrisa en el rostro ofreciéndole mi mano para que la tomase. Sabía que William estaría botando chispas por sus orejas, así que era una suerte que mis ojos no estaban viéndole en aquel momento. Luciano asintió sin decir más estirando su mano para tomar la mía. Me apoyé en su brazo izquierdo y ambos empezamos a caminar hacia la cocina alejándonos de todos los demás.
Muy en el fondo de mí me sentía mal que no tuviese a nadie de su edad para conversar, ya que la mayoría de los jóvenes éramos mis amigos y yo. Además, me había prometido que estaba tratando de hacer todo correcto para, aunque sea estar cerca de mí como un amigo, debido a que sentía algo por mí el cual yo respetaba, de la misma manera que él respetaba el hecho de que yo ya estaba con alguien más.
—Está delicioso —me aseguró después de haberse llevado un pedazo del dulce a la boca. Sonreí encantada ante su comentario, debido a que me había tardado muchas horas en la cocina horneando varios de esos pies —. Siempre han tenido un don para hornear.
—Sí, ¿recuerdas cuando soñaba abrir mi propia pastelería? —le dije haciéndole reír. Me uní después de unos segundos —. Y no sé de dónde terminé volviéndome secretaria
—Bueno, siempre también has tenido un talento para los papeles—agregó mirándome con ambas cejas alzadas. Reí sin poder evitarlo —. En serio, recuerdo cuando practicabas para tus casos en el apartamento. Dabas miedo.
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Tengo Ganas de Ti ©
Romance- Trilogía Campbell #1 William Campbell, siempre ha estado con el corazón roto debido a que la mujer de la que ha estado enamorado toda la vida no siente lo mismo que él. Decide que jamas encontrará el amor verdadero, así que decide no volver a regr...