Capítulo Veintiuno

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CAPÍTULO VEINTIUNO: TENGO GANAS DE TI

JAYDEN

"La famosa diseñadora de modas Jadeline Lancaster, perdió a su bebé la tarde de este sábado gracias a un accidente en el cual la diseñadora se cayó por las escaleras tal y cómo nos indica gente del personal de la tienda en la cual ella se encontraba. Por el momento, ni la diseñadora ni el famoso empresario Chase Efron han salido a dar declaraciones al respecto."

Todos en la sala de mi apartamento nos encontrábamos con nuestras bocas abiertas y los ojos saliéndose de sus órbitas. No podía creer lo que le había sucedido a la pobre de Jade, debía de estar devastada ante tan semejante pérdida. No debía de ser nada fácil perder a una criatura que está creado por el amor que tú te tienes con aquella persona a la cual amas demasiado. Ella había pasado por tantas cosas que no merecía nada de aquello.

Entonces mi mente pensó en William, en lo devastado y triste que debía de estar por su mejor amiga. Pero simplemente no podía hacer nada al respecto, debido a que no pensaba llamarlo gracias a que también tenía mi orgullo y dignidad como mujer. Aunque estuviese muriéndome viva por tomar el móvil y marcar su número para escuchar su voz, no lo iba a hacer por propio respeto a mí misma.

—Vaya, no puedo creer que lo que le ha sucedido a la pobre de Jade —comentó Abel sin poder creérselo. Caroline asintió con mucha tristeza reflejada en sus ojos —. Quiero decir, no la conocemos, pero es mejor amiga de William y él debe de estar sufriendo en estos momentos por ella.

—Sí, debe de haberles caído como un balde de agua fría —comentó Melissa cabizbaja, su tono reflejando mucho más que tristeza —. Quiero decir, ¿cómo puede uno imaginarse que algo de semejante magnitud te va a suceder? No debe de ser para nada fácil perder a una persona que estás llevando dentro de ti a la cual ya te estabas acostumbrando y a la cual ya amabas sin siquiera conocerla.

Asentí dándole toda la razón a mi amiga, a lo que Jeremiah nos dijo que lo mejor que podíamos hacer en este momento era llamar al castaño para así hablar con él y preguntarle cómo se encontraba en aquellos momentos ante aquel golpe tan duro que les estaba tocando a vivir a todos esos que eran cercarnos a los Efron. También quería conversar con él, pero sabía que no era el momento de hacerlo así que les dije a todos que iría a comprar algo de café y asintieron dejándome ir.

Ellos sabían que lo mejor era llamarle sin mi presencia, debido a que escuchar su voz sin ser capaz de decirle nada me carcomería en carne propia. Lo que más quería era poder decirle que lo sentía y que de verdad esperaba que todo se solucionase con Jade, que le diera mis buenos deseos a pesar de no conocerla todavía. No le deseaba tanta mala suerte a nadie y mucho menos a ella que parecía ser una mujer bañada en mala suerte.

Sin pensarlo mis pies me habían llevado al apartamento de Rodrigo Solté un largo suspiro y me hice de fuerzas para tomar la manija y abrir la puerta, adentrándome en el lugar encontrándomelo limpio como siempre. El aroma a vainilla llegó a mis fosas nasales.

Le ofrecí una última sonrisa tomando mi café al hermoso hombre de cabellos castaños, quien emocionado corrió hacia mí para rodearme con sus brazos. Su aroma varonil llenó mi sentido del olfato, y me pregunté cómo Melissa pudo ser lo suficientemente ciega para dejar a un hombre que simplemente era capaz de entregar absolutamente todo.

—¡Jayden! —Rió en mi oído, mis mejillas sonrojándose —. Qué bueno que estés aquí, estoy listo para nuestra tarde de películas.

Estas semanas había estado saliendo con Rodrigo, pasándola bien entre nosotros debido a que éramos los únicos que no tenían una relación por el momento. Ambos estábamos felices con la compañía del otro. No había presión, reclamos o frustraciones. No, solamente éramos dos mejores amigos quienes disfrutaba de la compañía del otro.

—No te preocupes —le ofrecí una sonrisa —, yo también estoy emocionada por nuestra tarde juntos —reí acompañada de él.

—Jayden... estaba pensando en que si querías salir conmigo hoy por la noche —alcé ambas cejas ante su propuesta —. ¿Aceptarías?

Le ofrecí una sonrisa tomando su mano entre la mía. Me acerqué a depositar un beso en su mejilla sorprendiéndolo completamente. Reí sin poder evitarlo.

—Por supuesto que sí, Rodrigo.

WILLIAM

Me encontraba sentado en mi casa mirando la televisión sin en realidad estar prestando atención a algo de lo que estaban diciendo. No pude evitarlo y llevé mi mano a mi billetera sacando la fotografía que tenía de nosotros dos en la reunión de aniversario de sus padres.

Ambos estábamos abrazados sonriéndole a la cámara que sostenía su hermano. Aquella fotografía fue tomada exactamente después de que le pidiese que fuera oficialmente mi novia. Sonreí al recordar aquel bonito momento vivido con ella. No todo había sido tristeza, también había sido mucha felicidad estar a su lado.

Mi mente empezó a imaginar lo mucho que la extrañaba. Lo tanto que quería tener mis brazos alrededor de su bello cuerpo, o poder sentir mis labios sobre los suyos mientras que mis manos recorrían cada centímetro de ella con delicadeza mientras nos entregábamos el uno al otro.

Poseía los ojos azules más hermosos que había visto alguna vez en toda mi vida. Era dueña de una hermosa risa que era dulce melodía para mis oídos. Tenía un carácter fuerte, pero podía llegar a ser la mujer más dulce y linda de todas cuando se lo proponía. Me había abierto las puertas a un nuevo mundo que pensé desconocido para mí, volviendo a revivir miles de emociones las cuales pensé perdidas.

La deseaba, la deseaba de miles de formas las cuales ella no tenía ni la más mínima idea. Quería mi cuerpo con el suyo, piel contra piel sin nada de por medio mientras que ambos moríamos por la pasión que nuestros organismos derrochaban al estar juntos como si no existiese un mañana.

Miré la foto negando con la cabeza, una sonrisa posándose en mis labios al pensar en que es cierto lo que me dije desde un primer momento:

—Mi Jayden —susurré mirando la imagen —, tengo ganas de ti.

TRILOGÍA CAMPBELL — TENGO GANAS DE TI

(PRIMERA TEMPORADA)

Tengo Ganas de Ti ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora