Capítulo 29. We Are One

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"Y para ti Luhan, el poder de la telequinesis; para que tengas la libertad de mover incluso el destino a tu voluntad."

Kaeri recordó el momento en que le había otorgado el poder al chico cuando sintió a este volver a ella.
Ahora había recuperado el poder de volar, y el de la telequinesis... pero aquello no la hacía nada feliz.

Xiumin se encontraba inmóvil, su mano aun estirada, mirando en shock el lugar por donde su mejor amigo había desaparecido.

Tao soltaba sollozos de nuevo, parecía delirando.
"Esto no puede estar pasando, alguien que me despierte de este sueño" repetía el chico de las artes marciales.

Chen caminó hacía donde Xiumin se encontraba, preocupado.

El chico de hielo siempre había sido de pocas palabras, y solía dejarse llevar en lugar de ser él quien tomara las decisiones.

Luhan siempre estaba ahí, jalando su mano y arrastrándolo a donde fuera que quisiera ir.
Pero esta vez, ¿por que esta vez no lo había sujetado?

El silencio que el luto había formado fue roto cuando Xiumin explotó en un grito.

-HAY QUE SEGUIR! -Gritó el chico que siempre era tímido, haciendo que todos reaccionaran.

Tal y como lo había dicho Suho antes, ahora no era el momento de llorar.

Con la imagen de Luhan sonriendo ante el final, se puso de pie, sintió sus manos enfriarse y pronto una ventisca nevada.

El corazón del árbol de la muerte comenzó a moverse, sus raíces de nuevo se esparcieron intentando llegar a otro más.

Esta vez, tanto Baekhyun, como Chen y Chanyeol estaban listos. Los tres exigieron sus límites, para crear la mayor cantidad de luz posible, para alejar por completo a la oscuridad.

Los tres chicos eran los más alegres del grupo, los que siempre traían risas, los que nunca se quedaban quietos... quizá por ello el árbol de la vida les había dado poderes tan brillantes.

Aquella luz reflejó en su brillo, todos los momentos en que los doce chicos pasaron juntos.

Cuando las aguas no estaban turbias, cuando se conocieron los doce.

Reflejo en ella el momento en que recibieron sus poderes, en que iniciaron aquella guerra.
Un viaje del que todos tenían miedo, del que ninguno tenía idea de lo que podían enfrentar más adelante. Pero que embarcaron todos mano a mano, dando el paso a ciegas a lo desconocido.

Juntos.

Juntos, aun aquellos momentos cansados habían sido amenos, porque se tenían el uno al otro.
A pesar del dolor, las heridas, el cansancio, la inseguridad, la soledad, siempre tenían una mano dispuesta a ayudarlos a levantarse.

Se habían vuelto más que amigos, ellos eran hermanos.

En su corazón, aún estaban juntos, siempre lo estarían.

Sintieron, en el brillo de la luz que los tres chicos provocaban... en el calor de las llamas de Chanyeol, en el cosquilleo que provocaba la estática de Chen, a los dos que se habían marchado aún a su lado.

Donde fuera que estuviesen, aun luchaban con ellos.

Porque no importaba lo alejados que estuviesen, ellos siempre serían uno.

Y entonces, manteniendo aquellos pensamientos, pensando en sus compañeros, en la chica que los había acompañado durante toda su travesía,
Aquella chica que siempre esperó con ellos, que siempre confió en ellos.

Manteniendo aquello en mente, ninguna leyenda sintió dolor, la fatiga desapareció y la maldad no pudo llegar a sus corazones.

Uniendo sus poderes, fuertes, juntos...

El día en que las doce fuerzas sean purificadas y las doce fuerzas se reúnan en una raíz perfecta.... Un nuevo mundo se abrirá.

...Finalmente, destruyeron a la oscuridad.

t-famil'Q 

Twelve -EXODonde viven las historias. Descúbrelo ahora