Capítulo 2- Winter Heat

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Kaeri abrió los ojos, su respiración estaba agitada, aun podía sentir las raíces subiendo por su cuerpo y enterrándola en la tierra, sentía como era succionada, esa sensación en su piel... Había sido arrastrada hasta que perdió la conciencia.

Cuando finalmente volvió en sí, sintió que no podía moverse... su cuerpo estaba helado, y por un momento pensó que esta vez sí estaba muerta definitivamente. Pero entonces abrió los ojos y el cielo con el que se encontró le resultó familiar.

La escena que presenciaba era la misma, pero a la vez no lo era.
la misma casa abandonada, las mismas hojas bajo su cuerpo, los mismos agujeros en el techo y de nuevo esa sensación de haber muerto.
Sin embargo, a diferencia de la vez anterior, no había ningún rastro de lluvia... ya que había nieve.

La casa estaba cubierta en hielo... las hojas estaban escarchadas, he ahí la razón por la que Kaeri tenía frío.

Buscó a Chanyeol entonces... su fuego sería realmente útil en este momento, necesitaba de su calor. Esperó un momento, tal vez aparecería buscándola como la otra vez, pero después de unos minutos de espera desistió.
Algo en ella, esa sensación de que esto no era lo mismo, le decía que Chanyeol no vendría.

Por lo que comenzó a caminar, y al salir de aquella casa abandonada se encontró en la puerta a otra figura encapuchada.

Llevaba la misma capa que Chanyeol vestía cuando se conocieron, pero aún si no miraba su rostro podía afirmar que no era el gracioso chico de cabello color ceniza quien se encontraba frente a ella, debido a que aquel que estaba ahora ahí era mucho más pequeño que su antiguo acompañante.

El chico que estaba frente a ella tampoco le daba miedo, y al igual que antes, sentía que lo conocía y algún instinto enterrado le decía que no debía de temer.

Su cabello rosado casi blanco estaba despeinado, su cara era redonda, con grandes cachetes y una boca pequeña, su aspecto agraciado le recordaba un poco a una ardilla y sus ojos achinados tenían un brillo único. Hubiera pensado que era un niño debido a su adorable rostro, de no ser porque era más alto que ella.

Antes de poder decir una palabra, Kaeri se estremeció por el frío. El chico de manera amable se quitó su capucha y se la entregó, mientras que se presentaba.

-Mi nombre es Xiumin- su voz era algo seria, pero más aguda que la voz de Chanyeol.

Era algo divertido, el hecho de que la situación se repitiera, que todo fuera igual, y a la vez tan diferente...
Incluso Chanyeol y Xiumin, que parecían ser los opuestos: Uno alto y sonriente, el otro pequeño y serio.

-Soy Kaeri- dijo ella y luego miró hacia los lados en busca de Chanyeol.

- ¿Disculpa, has visto a un chico alto, de cabello color ceniza y orejas grandes?

Xiumin frunció el ceño, la descripción se le hacía conocida, de pronto en su mente apareció un rostro lejanamente familiar, pero no podía ser posible ya que en quien él pensaba no se encontraba aquí, y probablemente nunca lo estaría, por lo que simplemente negó con la cabeza, apartando aquel recuerdo.

-Que haces aquí? - le preguntó entonces él sin rodeos.

-No lo sé... el chico que me acompañaba dijo que el rey sabía que vendría.

-Rey? ¡Aquí en Mihweyr no hay ningún rey! - comentó el chico extrañado.

Kaeri abrió la boca para replicar, sin embargo, no tenía ningún argumento... que sabía ella quien decía la verdad? Ninguno de los dos parecía mentirle, el chico a pesar de no sonreírle tenía una mirada sincera, por lo que al igual que Chanyeol, no desconfiaba de él.

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