Capítulo XXXI: Aretha y la despedida.

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— ¿QUÉ ESTÁ HACIENDO? —Le grité al doctor y lo alejé de mi prima.

Él lucía avergonzado, estaba sumamente apenado, pero eso no le iba a ayudar en nada.

— ¡WILLOW! ¿QUÉ HACES TÚ? —Espetó Alessia.— ¡Yo fui la que le dijo que me besara!

— ¡Pero es mayor que tú! —Repliqué.

— ¡Pues a mí que me importa! —Gritó.— ¿Acaso  no puedo besar a mi doctor? ¿Quién me lo prohíbe?

— Pero es que se ve mal. —Volteé a ver a Tae.— ¡Debería darle vergüenza!

— De verdad, me da mucha vergüenza la situación... Yo... Vuelvo en un momento. —El coreano estaba rojo como un tomate, y así salió de la habitación.

Me crucé de brazos y vi a Alessia.

— No me agrada Tae. —Digo simple.

— Pues no me importa si te agrada. —Se encogió de hombros.

— Pero...

Me interrumpió. — Pero nada, yo no te insulto por ser tan idiota y no decirle a Cameron lo que sientes por él, ni tampoco por evitar confesarle a Shawn que en realidad te gusta alguien más.

Iba a defenderme pero... La muy perra tenía razón, yo tampoco debía opinar en los amoríos de los demás, porque los míos son un fracaso.

— Me gusta Tae. —Dice con firmeza.— Y por eso le pedí que no me diera de alta.

«Esta niña está loca»

La verdad, no quería seguir discutiendo, son los gustos de mi prima y no debí interferir así.

— Vale...  Ahora... ¿Cómo harás cuando nos tengamos que ir? —Le pregunté, y ella se quedó pensativa.

— Pues... —Comenzó a balbucear.— Eso no lo había pensado. —Su expresión se tornó un poco triste.

— Además, él tiene que trabajar aquí. —Le digo.

— Tienes razón... —Suspiró.

— Por cierto, adivina a quién me encontré.

— ¿A quién? —Ladeó su cabeza.

— Shawn.

— ¿Qué? ¿Cómo?

— Pues, vino de viaje familiar a Corea del Sur, así que... —Me encogí de hombros.— Nos encontramos en una heladería.

— ¡Comiste helado y no me trajiste! —Gritó.

— Cállate Alessia, no prestemos atención a esas cosas... —Murmuré.

«Tenía que cumplir nuestro objetivo»

«La tercera llave»

— ¿Has visto a la enfermera Aretha? —Le pregunté.

Asintió. — Vino ayer... Peeero solo a decirme que los exámenes estaban bien.

— ¿Crees que venga ahora?

— Supong... —Y antes de que Alessia me contestara, entraron a la habitación Halsey, Grecia y Aretha.

— ¡ADIVINEN QUIÉNES FUERON DE COMPRAS! —Canturreó Halsey.

— ¡NOSOTRAS! —Le siguió Grecia.

— Alessia está en el hospital y ustedes se preocupan por ir a comprar. —Las miré mal.

— Cállate Willow, que te vimos caminando con Shawn en las calles. — Sacó su teléfono, buscó algo en él y me mostró una foto donde salimos Shawn y yo.

La Adolescencia de Willow CreswelDonde viven las historias. Descúbrelo ahora