Capítulo XVII: En la cama con Cameron Dallas.

43 7 26
                                    

— ¿Por qué hacen una noche de chicos sin que yo lo supiera? —Digo como si la situación me hubiese ofendido.

— Pues, no eres exactamente un chico. —Dijo Cameron entre risas.

— Soy tan chico como tú, Cameron. —Le digo luego de rodar los ojos.

«¿Por qué siempre tenemos que pelear?»

— Los declaro marido... —James señala a Cameron.— Y mujer —Me señala a mí. — El marido puede besar a la novia. —James estalla en risas como un idiota, mientras nos imita con sus manos a Cameron y a mí besándonos.

— James consume drogas. —Digo entrando a la habitación. — ¿Qué harán?

— Pues, James buscó una caja tuya que tiene películas. —Habló Cameron.— Había solo de Harry Potter, Ritmo Perfecto, Crepúsculo, Mujeres al ataque, Triunfos Robados... En fin, cosas muy gays, pero encontramos una que creo que es buena...

— ¡MIS PELÍCULAS SON PERFECTAS! —Grité. «Nadie ofende a Harry Potter» — ¡HARRY POTTER ES EXCELENTE! ¡AMO RITMO PERFECTO! ¡CRESPÚSCULO ES INTERESANTE! ¡MUJERES AL ATAQUE OBVIAMENTE ES BUENA! ¡TRIUNFOS ROBADOS ES ULTRA MEGA WOW!

—  ¿Triunfos robados? Un montón de porristas que roban rutinas a otros porristas, es tonto. —Dijo Cameron.

— ¡ELLOS NO SABÍAN QUE ERAN ROBADAS! —Yo en modo ofendido.

— En fin... La única película buena que encontré aquí fue ¿Y dónde están las rubias? —Murmuró.

— Nunca me canso de esa película. —Comento feliz.

— A mí me hace reír. —Dice James mientras sale de la habitación.

Me le quedé viendo a Cameron y él a mí, en silencio.

— ¿Qué? —Digo cuando noto su mirada alargada sobre mí.

Él niega con la cabeza. — Traje helado y palomitas.

— ¿En serio? Qué buen vecino eres. —Río.— Quién lo diría... Si hace unos meses me dijiste que ibas a ser mi infierno 2.0, que me ibas a poner a sufrir...

— Lo hice por un tiempo, pero ya sabes que me has ayudado mucho y ahora mi mamá me atiende más por tener buenas notas.

— ¡De nada Cameron! —Canté una frase inventada y él hizo un mohín.

James entra nuevamente a la habitación.

— ¿Qué tal parejita? —James traía tres botellas con coca-cola, nos extiende una a cada uno y nos acostamos en la cama de James.

La película empezaba, todo era risas y risas.

En un momento, James se tiró al suelo, dejándonos a mí y a Cameron en la cama.

Yo inconscientemente miré los labios mi vecino sexy «son tan apetecibles», negué divertido con la cabeza.

«¿Qué me pasa ahora?»

«No puedo andar viendo a Cameron, es mi amigo ahora y se supone que no debo decepcionar a Shawn»

— ¿Me veías? —Murmura Cameron, mientras sus ojos me inspeccionaban el rostro.

Negué con la cabeza.

— Recuerdo que tu padre me dijo que me veías extraño... ¿Te gusto?

— No.

«Sí»

— Eso es bueno. —Él sonríe y sigue viendo la película.

— Supongo... —Murmuro, con desilusión.

La Adolescencia de Willow CreswelDonde viven las historias. Descúbrelo ahora