Mi mejor casualidad

Capitulo 4

pasaron tres semanas desde que lexa se fue a vivir junto a clarke, la relación que ambas tenian crecía cada vez más aunque la ojiverde últimamente pasara cada vez menos en casa debido a su nuevo trabajo en las noches.

-Clarke estudiaba únicamente tres veces a la semana, tenía suerte de que le otorgarán el horario más tranquilo y beneficioso,  su trabajo iba de maravilla, le pagaban por crear pinturas cada vez que estuviera inspirada ya que la rubia hacia exelente cuadros, el más famoso hasta el momento es uno de una nave espacial hecha pedazos tras caer en un bosque y una persona misteriosa presencia tal escena, cuando lo pinto fue porque lo soño no sabia exactamente que significaba pero quiso pintarlo y a las personas al parecer les encantó ya que lo admiraban y más de uno se ofrecía a comprarlo, tenia algunos proyectos sin terminar y otros ya hechos los cuales siempre se los entregaba a Helena, su jefa la cual Siempre la animaba y felicitaba por todos esos increíbles cuadros, aparte de eso la rubia siempre intentaba dejarle listo el desayuno y la cena a lexa antes de que esta se fuera  ya que la castaña no volvía hasta altas horas de la madrugada y cuando se la encontraba por la casa era realmente un milagro,  al inicio pensó que podría tratarse de una pareja o algún amorio por parte de la ojiverde pero con sólo verle la cara se notaba que no era así, tambien tenía pocas cosas que aún no terminaba de desempacar, clarke se ofreció más de una vez con la intención de ayudarla pero lexa siempre le decía que no hacía falta que sólo eran unas cuantas cosas sin importancia, sabía que siempre se negaba para no ser una molestia pero es que ayudarla no le molestaba.

-tres semanas también en las que lexa trabajaba sin parar, en las mañanas trabajaba en la biblioteca, en las tardes tenía sus clases universitarias y en las noches trabajaba en un bar hasta las 2 de la madrugada, la castaña no lograba conseguir un respiro y las pocas horas que lograba conseguir las utilizaba para dormir, lo que dormía no era suficiente pero si lo necesario,  necesitaba conseguir el dinero, quedaban pocos dias para que aquel matón volviera...

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-clarke llamo a sus dos mejores amigas, quería hablar con ellas y poder sacarse de la cabeza esos pensamientos y preocupaciónes hacia lexa sin parecer una loca o una obsesionada con la ojiverde, la tenía preocupada pero sólo sus amigas le harían ver si tenía la razón de su preocupación o sólo estaba siendo paranoica.

-la rubia se encontraba sentada en el sofa, tomado una tasa de té humeante, vestía unos pantalones de pijama olgados color gris y una camisa negra perteneciente a lexa, siempre usaba su ropa cuando la castaña no se encontraba en casa y eso pasaba casi que siempre, ponerse las ropa de lexa le hacían sentir calida y acompañada y mucho más cuando desprendía su olor a vainilla.

-unos golpes en la puerta la sacaron de sus pensamientos, las chicas llegaron más rápido de lo que esperaba, se dirigió a la puerta y la abrió mientras volvía a caminar al sillón sin fijarse quien era.

-vaya recibimiento rubia...- le dijo raven a su amiga quien las ignoró completamente.

-de que querías hablar?, nos dijiste que era una emergencia- dijo octavia mientras cruzaba el portal de la casa y se quitaba la chaqueta.- bebe dame la tuya, no quiero que enfermes.- le hablo a la morena quien se quito su chaqueta también y se la pasó a octavia, afuera estaba haciendo un frío de los diablos y de camino a casa de la rubia empezó a nevar un poco empeorando el clima.

-quieren un poco de té ?-les ofrecio clarke a sus amigas.

-yo no rubia. -contesto raven mientras se sentaba en un sillón intentando buscar calor.- joder que frío hace afuera...

-yo tampoco quiero, venimos de comer de la casa de mis padres.- contesto también mientras se sentaba a la par de su novia con una sonrisa en su rostro.- debiste ver a raven, estaba como un gato asustado.- amplió más su sonrisa